Vitoria. Hace apenas unos días, con motivo de la celebración de la Copa del Rey en Vitoria, uno de los entrenadores consultados por DNA para analizar la influencia que podría tener en el rendimiento del Baskonia ejercer de anfitrión, resumía su punto de vista con una frase contundente. "Si tengo que disputar una final y jugarme un título, prefiero hacerlo ante 15.000 personas que me estén apoyando que con el público en contra. La ecuación es sencilla", destacaba. Pues bien, esta máxima con la que se mostraría plenamente de acuerdo la gran mayoría de los interrogados parece no ser válida para el Caja Laboral de la presente temporada.
O, visto desde otro punto de vista, quizás es el propio conjunto vitoriano el que rompe la teoría cuando se desplaza lejos del Buesa Arena. Porque lo cierto es que la escuadra que dirige Zan Tabak se ha mostrado hasta la fecha prácticamente inmune al efecto de las aficiones contrarias. Como consecuencia, su rendimiento como visitante está siendo más efectivo que cuando actúa al calor de su propio público.
Este dato es especialmente relevante si se circunscribe el análisis a la actual fase de la Euroliga. En las seis jornadas del Top 16 que se han disputado hasta el momento, el Baskonia ha saldado con sendas victorias sus dos comparecencias lejos de casa -frente al Maccabi de Tel Aviv (70-71) y el Fenerbahce (75-97)- mientras que, por el contrario, en el Buesa Arena presenta un balance de dos triunfos y dos derrotas en sus cuatro compromisos.
Por todo ello, en ningún caso puede decirse que el plantel azulgrana se encuentre especialmente incómodo cuando le toca hacer la maleta. Esta tarde, dispondrá de una nueva oportunidad para demostrarlo. Con el aliciente añadido, además, de que Siena es una de las escasas plazas europeas en las que todavía no conoce el éxito, por lo que la motivación será aún mayor.
Pero es que incluso si se amplía el periodo objeto de análisis, continúa revelándose la extrema eficacia baskonista a domicilio. De esta manera, desde que Zan Tabak se hizo con las riendas del equipo, ha disputado veinticuatro duelos en todas las competiciones. Pues bien, salvo el día de su estreno -frente al Zalgiris en Kaunas justo un día después de haber tomado contacto por primera vez con sus jugadores-, no ha tropezado lejos del Buesa Arena. Al margen de ese accidentado estreno, las escasas derrotas baskonistas siempre se han producido en Vitoria (frente al Barcelona y el Khimki en la Euroliga y de nuevo ante la escuadra catalana en las semifinales de la Copa del Rey).
Hasta si se tiene en cuenta la etapa en la que Dusko Ivanovic dirigió al equipo, el balance del Caja Laboral dentro de la Euroliga es mejor como visitante que como local. Contando los diez encuentros de la primera fase y los seis que se han disputado hasta la fecha en el Top 16, el resultado es que en el Buesa Arena el balance es de cinco victorias de nueve partidos (55,5%) mientras que fuera es de cuatro triunfos de siete comparecencias (57,1%). En definitiva, unos datos que invitan a afrontar con optimismo el choque de esta tarde en Siena.