CAJA LABORAL Heurtel (3), Oleson (8), Nocioni (15), Nemanja (9) y Pleiss (11) -cinco inicial-, Rochestie, Cabezas (3), Causeur (11), San Emeterio (4), Hernández-Sonseca (13).
ARMANI MILÁN Cook (5), Langford (4), Hairston (4), Fotsis (13) y Bourousis (25) -cinco inicial-, Giachetti, Stipcevic, Chiotti (4), Melli (12), Basile (8).
Parciales 15-16, 41-37; 62-52, 77-75.
Árbitros Sacristán, Sánchez y Manuel. Eliminado Oleson (min.40).
Pabellón Fernando Buesa Arena. En torno a los 6.000 espectadores (el club no facilitó los datos de asistencia).
vitoria. El nuevo Caja Laboral baila al ritmo de la música de Goran Bregovic. Suena a película de Kusturica. Destila un nuevo aroma balcánico. El equipo azulgrana tiene un nuevo faro. Ha alumbrado una nueva estrella. Nemanja Bjelica ha respondido al fin a las demandas y parece decidido a tomar el relevo de los grandes jugadores que han hecho grande a este club. El serbio confirmó ayer en el estreno de la nueva temporada en el Buesa Arena lo que venía apuntando a lo largo de los amistosos. El joven combo balcánico está preparado para tomar el testigo. Quiere ser importante dentro de un equipo coral, plural, cuya fuerza parece descansar en las múltiples opciones que puede llegar a ofrecer y que ayer resolvió con victoria su puesta de largo en el coliseo de Zurbano.
El Baskonia superó por segunda vez en apenas cinco días a un Armani Jeans con el que tendrá que volver a verse las caras en la primera fase de la Euroliga. Los pupilos de Scariolo rescataron la vergüenza y se presentaron en la capital alavesa con más tensión competitiva de la que mostraron el martes en Logroño. A pesar de que en la primera jugada del partido dieron una impresión equivocada, cediendo dos rebotes ofensivos, el segundo asalto entre ambas escuadras ofreció mucho más ritmo que el primero. Aunque no dejó de ser un amistoso, con defensas de mantequilla, demasiados errores por ambos bandos y evidencias de que el tercer y cuarto duelo, los que contarán de verdad, se disputarán con dos equipos mucho más maduros y trabajados.
El Caja Laboral parece, si cabe, más distante que el cuadro italiano de lo que puede llegar a ser. Como en anteriores ensayos, Dusko Ivanovic sigue buscando el encaje a las numerosas piezas de las que dispone en una plantilla que, lesiones al margen, se antoja más profunda que en anteriores ejercicios. De hecho lo es. Tiene un jugador más. Un base más, en concreto. Dusko Ivanovic varió por completo su filosofía con respecto a Thomas Heurtel, que está atravesando un momento difícil y en veinticuatro horas pasó de no jugar un segundo a recuperar su plaza de titular.
El técnico montenegrino distribuyó con salomónica equidad el tiempo entre sus tres directores de juego. Pero resulta difícil de creer que pueda mantener esta tendencia cuando arranque la competición oficial. Ninguno de los tres estuvo ayer especialmente afortunado, quizá por esa intermitencia, pero lo que resulta imaginable es que cuando Rochestie aterrice, cuando entre en dinámica, Heurtel irá perdiendo peso. Más que nada porque lo que pueden ofrecer ambos es muy similar, y al mismo tiempo diferente a lo que aporta Carlos Cabezas.
Pese a todo, pocas conclusiones podrá extraer nadie en torno al potencial del nuevo plantel azulgrana mientras siga capado como está en la pintura. El Armani volvió a evidenciar que con el juego interior del que dispone ahora Ivanovic, sin Milko Bjelica ni Lampe, se puede presentar a pocas batallas. Bourousis y el joven Melli -un jugador a tener en cuenta porque no para de crecer- mantuvieron en jaque al Baskonia, que además pagó el peaje de la excesiva tendencia de Pleiss a cometer faltas. Así las cosas, los italianos se marcharon con ventaja en el marcador (15-16) en un primer cuarto en el que Nemanja destapó el tarro de las esencias para desencorsetar a un equipo que necesita soltarse para brillar. Esos primeros minutos del jugador serbio, unidos a los ramalazos de acierto de Oleson y el espíritu de un Nocioni que parece conjurado para dotar de alma al equipo, supusieron la mejor noticia de un partido bastante flojo pero que, como el martes, se ajustó en el marcador final por la incapacidad del Baskonia para cerrarlo.
el momento de sonseca El equipo de Scariolo volvió a disponer en el minuto final de la ocasión de haber escapado del Buesa con el triunfo. Y eso a pesar de que el Caja Laboral fue edificando poco a poco una renta que se antojaba que podía resultar definitiva. Edu Hernández-Sonseca, al que la afición vitoriana agradeció los servicios prestados durante la pretemporada con una ovación, dispuso de su momento de gloria. El poste tomó el relevo anotador de Nemanja y Oleson, que volvió a estar fino cuando tomó la responsabilidad de lanzar de fuera, hasta que irrumpió en el partido el primer esbozo de lo que puede llegar a ser Fabien Causeur. Otra pieza a primera vista aprovechable.
Ocho puntos del escolta galo y sendos triples de Cabezas y Nocioni mandaron el partido al último cuarto con una diferencia de diez puntos (62-52). El duelo parecía visto para sentencia, pero el cuadro transalpino tiró de orgullo y volvió a complicar la victoria azulgrana. Esta vez no fue Fotsis, sino Hairston, quien tiró por tierra las opciones de su equipo desde el tiro libre. Un Pleiss agigantado se apuntó a los sones de la tuba serbia y cerró el duelo con otras dos acciones cargadas de esperanza.