Vitoria. El Caja Laboral ya tiene un base de garantías con el que afrontar la próxima temporada. Carlos Cabezas, tal y como adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, jugará este próximo curso en Vitoria y ofrecerá el contrapunto de experiencia y pausa en la pareja de directores de juego que completará Taylor Rochestie. El jugador andaluz, junior de oro, campeón mundial y europeo con la selección española, estampó ayer su firma en un contrato que lo liga a la entidad azulgrana por una campaña, aunque su desembarco en Vitoria podría dilatarse aún unos días.
La directiva del club de Zurbano quiere apurar sus opciones de evitar que Dusko Ivanovic se encuentre con aglomeraciones en el puesto de base. A pesar de que el club comunicó el pasado domingo que las negociaciones con el Cajasol quedaban rotas y que Thomas Heurtel iba a continuar en el plantel vitoriano, se le busca una salida a toda costa. Lo ideal, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un jugador al que aún le quedan tres años de contrato, sería una cesión, si bien tampoco se renunciaría a una posible venta si algún equipo se muestra interesado en abonar un traspaso -algo poco probable en el contexto actual- o a la rescisión definitiva del vínculo.
La figura de Heurtel vuelve a derramar sombra sobre el que puede considerarse como uno de los fichajes más importantes del presente verano para el baskonismo. Si hasta la fecha había dilatado su contratación, ahora puede posponer unos días su llegada. Sin embargo, en esta ocasión ya no hay marcha atrás. Los representantes del jugador y el club cerraron a finales de la semana pasada un acuerdo que ayer quedó rubricado sobre el papel.
Carlos Cabezas (Málaga, 1980) es uno de los mejores bases de la época dorada del baloncesto español. Parido en la cantera de Los Guindos, desarrolló el grueso principal de su carrera en Unicaja, donde jugó nueve temporadas y logró una ACB (2006), una Copa del Rey (2005) y una Copa Korac (2001), antes de embarcarse en una aventura internacional que no acabó de salirle del todo bien. El costasoleño, reclutado por Sergio Scariolo, fichó por el Khimki, donde completó una pareja española de bases junto a Raúl López. Tras dos años en las afueras de Moscú, volvió a la ACB. Era el verano de 2010 y ya entonces estuvo a punto de recalar en Vitoria, pero cuando todo parecía ya hecho se frustró la operación y acabó en el CAI.
vuelta a la élite Cabezas ha pasado dos años lejos del primer plano, pero incluso en un equipo de la clase media ha trabajado para brillar -el año pasado estuvo entre los jugadores mejor valorados de la ACB- y volver a la vereda de los grandes, a la Euroliga, a la lucha por los títulos. Ahora le llega de nuevo esa oportunidad. "Es una gran ocasión para mí de volver a un grande", reconocía recientemente.
Como el de Prigioni, su fichaje puede despertar ciertas reticencias por edad y perfil. Pero todo el mundo conoce la historia del regreso del argentino, ahora tan añorado. A Ivanovic le gusta Cabezas. A Cabezas, según sus declaraciones, también le atrae la idea de trabajar a las órdenes del montenegrino. "Es un gran entrenador que saca lo mejor de cada jugador cuando éste quiere y tiene carácter, y yo me consideró un jugador con carácter y de ese perfil", se postulaba recientemente. El sargento de hierro tiene un nuevo recluta. El Baskonia tiene un nuevo base. Un timonel de garantías.