Fuenlabrada. Mirza Teletovic atraviesa un delicado momento de forma y ayer se encargó de refrendar esas malas sensaciones en el sur de Madrid en otro partido donde su incidencia en el baloncesto coral que pregona Ivanovic fue negativa durante muchos minutos. Pese a que acabó el partido con unos números más que dignos (15 puntos y 4 rebotes) y, por tanto, cerca de los números habituales que viene firmando desde el comienzo de la temporada, otra cosa distinta es valorar su aportación al juego de equipo. En este sentido, el capitán azulgrana tiene alguna asignatura pendiente desde hace semanas mientras el técnico montenegrino, que ya le ha dado un toque de atención, se halla en la obligación de recuperar a un jugador cuya debilidad mental queda muchas veces al descubierto cuando sus tiros son repelidos por el aro. Entonces, uno de los francotiradores más letales que pulula por el Viejo Continente padece infinidad de problemas para sumar en otros apartados de la estadística. Su solidez defensiva, por ejemplo, sigue en tela de juicio.

Si algo resultó sintomático de la victoria cosechada ayer por el Caja Laboral en tierras madrileñas fue su ausencia durante la totalidad del tercer cuarto y buena parte del último. Mientras Teletovic permaneció en el banquillo, los alaveses disputaron de largo los mejores minutos de la confrontación y cimentaron una remontada espectacular que silenció el vetusto polideportivo Fernando Martín que ya se sentía ganador. El juego colectivo comenzó a dar sus frutos, la circulación de balón mejoró de manera ostensible, el equilibrio dentro-fuera se hizo patente y la enérgica actuación de Nocioni hizo el resto. El cuatro de Mostar fue requerido por Ivanovic a falta de seis minutos cuando el Baskonia ya había conseguido dar la vuelta al marcador y situar un esperanzador 69-76 para sus intereses. En esa recta final de la confrontación, en cambio, no desentonó y seleccionó mejor sus tiros.

Mejoría final De hecho, Teletovic firmó siete puntos vitales que, combinados con la pujanza de un motivado Brad Oleson, contribuyeron de manera decisiva para que el conjunto vitoriano frenara su sangría de cuatro derrotas consecutivas a domicilio tras los tropiezos de Illumbe, el Centro de Tecnificación, el Nou Congost y el Palau Blaugrana. Tras su victoria de ayer, el Baskonia ya ha asegurado la tercera posición y aguarda al desenlace de las dos últimas jornadas para conocer su primer rival en el cruce de cuartos de final. La espera tiene visos de ser más angustiosa si el equipo no recupera la mejor versión de un Teletovic que, más allá de su compulsiva capacidad para anotar, está obligado a erradicar la anarquía de la que hace gala durante muchos minutos. El Buesa Arena, que ante el Joventut silbó alguna de sus precipitadas acciones, todavía confía en que acierte a contenerse para relanzar las aspiraciones azulgranas.