Ángel y demonio

Ribas entra a canasta A.L.

Vitoria. Del cielo al infierno y viceversa sin pisar siquiera el purgatorio. Éste fue el sorprendente y peligroso viaje que protagonizó en la tarde de ayer el Caja Laboral para terminar imponiéndose con muchos más apuros de los necesarios a un UCAM Murcia que se limitó a ofrecer una imagen digna sobre el parqué del Buesa Arena. Y es que el plantel de Dusko Ivanovic se disfrazó de ángel y demonio alternativamente complicándose un duelo que debió haber dejado sentenciado antes del descanso a poco que se hubiese acercado al nivel que se espera de él con cierta regularidad. Sin embargo, la actuación baskonista estuvo repleta de desconexiones -especialmente en el segundo y último cuarto- que de haber tenido enfrente un adversario de mayor entidad le habrían supuesto encajar un nuevo disgusto.

Algo que prácticamente nadie podía imaginar a la conclusión de los primeros diez minutos del choque. Porque el encuentro arrancó con una versión notable del cuadro local que hizo concebir esperanzas de que se recuperaría la sana costumbre de despachar por la vía rápida la contienda y evitar los nervios de última hora. Una gran efectividad ante el aro contrario (3/4 en tiros de dos y 7/11 en triples) y una correcta labor de contención le llevó a disfrutar de ventajas por encima de los diez puntos hasta llegar a la conclusión del periodo con un esperanzador 29-19.

El inicio del segundo parcial parecía el momento ideal para estirar un poco más la cuerda y asestar el golpe definitivo que noqueara a un UCAM Murcia que se limitaba a tratar de mantener el pulso. Nada más lejos de la realidad, sin embargo. Porque fue el propio Caja Laboral, a base de encadenar errores, el que permitió a su oponente volver a meterse en el partido.

Una incomprensible sequía ante el aro contrario, la escasísima aportación de los hombres de refresco -con mención especial para un Heurtel que en los cuatro minutos que estuvo en pista naufragó de manera espectacular y obligó al tocado Prigioni a estar casi 36 minutos sobre el parqué- y concesiones atrás que permitieron al rival recuperar la fe provocaron que se llegara al descanso con todo en el aire.

Tras el paso por los vestuarios, el Baskonia recuperó su versión angelical -sin llegar al virtuosismo del inicio del duelo- y consiguió poner de nuevo tierra de por medio con su oponente. Con Oleson y Lampe como punta de lanza y sostén ofensivo del equipo desde el exterior y en la pintura, el Caja Laboral demostró de nuevo que, en condiciones normales, puede y debe deshacerse con comodidad de un adversario como el Murcia, integrante de otra división varios peldaños por debajo de la suya.

La maldición de los pares Pero, de nuevo, al combinado azulgrana le faltó dar la puntilla y permitió a su oponente recuperar el resuello. Cumpliendo con la maldición de los cuartos pares, el epílogo de la contienda mostró otra vez a un CajaLaboral gris tirando a negro que se complicó innecesariamente la vida. La carga de minutos en algunos jugadores provocó que el cansancio hiciera acto de presencia nublando las ideas y las pérdidas de balón se sucedieron en el bando baskonista. De esta manera, el Murcia se acercó peligrosamente en el marcador (65-63 mediado el cuarto) y Dusko Ivanovic -que mantuvo en el banquillo al Chapu Nocioni desde el minuto 12 hasta el final del duelo como castigo por las tres ingenuas faltas cometidas por el argentino- optó por recurrir a lo que mejor había funcionado hasta entonces.

Así, el Baskonia recuperó el juego interior con Maciej Lampe y el polaco volvió a imponer su dominio en la zona, lo que permitió que los exteriores gozaran también de más libertad. Un parcial de 6-0 y varias defensas acertadas hicieron el resto permitiendo que, al final, la historia concluyera cumpliendo con el guión que estaba previsto.

Algo que durante demasiados momentos estuvo en duda y que obliga al plantel vitoriano a una profunda reflexión. Los play off llaman ya a la puerta y únicamente si el equipo es capaz de conseguir de una vez por todas la regularidad contará con opciones de despedir la temporada con buen sabor de boca.

31ª jornada de Liga. Fernando Buesa Arena (11.200 espectadores)

Parciales: 29-19, 10-16, 23-19, 9-11. Árbitros: Hierrezuelo, Peruga y Calatrava. Eliminados: No hubo.

PMinT2T3T1RTDOABRBPFV

4. Ribas3171/50/11/2853411

5. Prigioni2361/10/376131526

11. M. Bjelica 4122/60/1413112

19. San Emeterio 0210/1223123

22. Heurtel 241/10/111-1

24. Oleson24343/46/9111320

30. Lampe20279/120/12/476112323

33. Teletovic10312/41/83/4443110

42. Calbarro