vitoria. Antiguos fantasmas sobrevuelan las coronillas de la plantilla baskonista que, con el de ayer, suma ya tres desplazamientos sin conocer la victoria. La que fuera una de las manchas negras de la pasada temporada amenaza con volver a aparecer en el debe del conjunto azulgrana. Donosti, Alicante y ahora Manresa han sido los destinos esquivos con los pupilos de Dusko Ivanovic en lo deportivo, si bien es cierto que los dos últimos se han saldado con derrotas por la mínima, al igual que -aquella vez la cosa salió bien- el último encuentro jugado en casa ante el Real Madrid.
Y es que si el Caja Laboral suma tres partidos como visitante perdidos de manera consecutiva, también ha enlazado otros tantos en los que el marcador se ha decantado, una vez a su favor y dos en su contra, por menos de una canasta. Situación ésta que, evidentemente, transforma en cruciales las últimas posesiones, urgencia que no está asumiendo la plantilla azulgrana, como se deduce de las declaraciones de Dusko Ivanovic. "No hemos sabido ejecutar bien la jugada", reconocía el montenegrino. Con dos puntos de desventaja y diez segundos para armar una jugada, Teletovic asumió la responsabilidad con abundancia de coraje y carencia de criterio. Triple de casi ocho metros con Asselin encima al que trató de fintar para fajarse de él como si estuviera posteándolo.
Éste no era el plan, según admitía el preparador baskonista. "La opción era tirar para dentro y, si estaban muy pendientes, tirar de tres", explicaba en la rueda de prensa posterior al encuentro el férreo técnico. Quizás en eso falló precisamente. Quizás fue demasiado flexible en la táctica. El estricto preparador no lo fue tanto a la hora de disponer el último balón del encuentro. Permitió dos opciones, la segunda -por orden de prioridad- lanzar de tres. Y en una plantilla con la querencia por los lanzamientos del perímetro como la que dirige Ivanovic, esto es básicamente delegar en el cara o cruz del triple final en vez de buscar la penetración que empate el encuentro o provoque la falta que lleve a idéntico desenlace. Por supuesto, es mucho más fácil hablar a toro pasado.
Igualmente se antoja injusto juzgar el desarrollo de los cuarenta minutos por la jugada final. Si se llegó al final con un marcador apretado, esto se debió, aunque el rival también juegue, a diversos errores cometidos por el plantel baskonista a lo largo del encuentro. Para Ivanovic el segundo periodo fue clave. En aquel cuarto el equipo "pudo irse" en el marcador, tal y como expresaba el preparador azulgrana, aunque el haber "fallado tiros abiertos" imposibilitó esa escapada en el electrónico. Tras ello, "algunos fallos defensivos volvieron a meter a los manresanos en el encuentro". Errores, en todo caso, que no magnífico el montenegrino, para quien en ocasiones "se defendió mejor y en otras peor".
Derrota, pues, que reduce de manera drástica las posibilidades de alcanzar el segundo puesto de la tabla, aunque Ivanovic promete pelea "mientras haya posbilidades matemáticas".