Vitoria. El Barcelona afrontaba ayer en el Príncipe Felipe una de sus salidas más complicadas hasta la conclusión de la fase regular, pero el líder de la ACB exhibió una solvencia abrumadora para seguir en lo más alto de la tabla. En un duelo presidido por el irrisorio acierto local y saldado con unos guarismos ofensivos decepcionantes, el conjunto de Xavi Pascual dio un paso decisivo para asegurarse el liderato con una plácida victoria (49-68). Boniface Ndong, autor de 17 puntos y 9 rebotes, marcó la diferencia a favor de los visitantes. Defraudó el cotizado Hettsheimeir, que únicamente anotó 2 puntos -1 de 8 en tiros de campo- ante la descomunal envergadura y poderío físico de los interiores culés.

En otros choques de la jornada, el Murcia cogió aire (67-71) tras sorprender al equipo revelación de esta temporada, el Lagun Aro, que con un Andy Panko desconocido fue casi siempre a remolque y encajó merecidamente una derrota que corta una racha histórica de victorias. Los estadounidenses James Augustine y Quincy Douby hicieron que los peores temores de Sito Alonso en sus alertas previas a este encuentro se concretaran. Los pimentoneros, que van a más con la llegada del díscolo Óscar Quintana al banquillo, han puesto tierra de por medio respecto al descenso y ya aventajan en tres victorias tanto al Estudiantes como al Valladolid.

El Gescrap Bizkaia, ya libre de ataduras continentales tras la eliminación ante el CSKA, tuvo que resolver al final (79-71) un partido ante el rocoso Blusens Monbus en Miribilla que se puso muy de cara en un espectacular arranque, pero que después se le complicó por cierta apatía propia y una meritoria reacción gallega. A pesar de esas complicaciones, el equipo adiestrado por Fotis Katsikaris mantiene su buena racha liguera y ya son cinco victorias consecutivas las que ha encadenado en su intento de asaltar la cuarta plaza de la tabla.

Otro resultado sorprendente se produjo en Málaga. Con una contundente victoria en el Palacio Martín Carpena (81-96), el Manresa propinó golpe a un desconocido Unicaja, que no ha tenido la pretendida reacción con la entrada en el banquillo de Luis Casimiro en sustitución de Chus Mateo y que se complica la participación en la fase por el título. La aguerrida formación manresana, por su parte, alcanza los trece triunfos a falta de seis jornadas para que concluya la fase regular y, además de estar ya librada de preocupaciones por el descenso, se ilusiona con la posibilidad de meterse entre los ocho primeros.

La jornada se cerró, por último, con el triunfo (66-74) del Banca Cívica en la siempre difícil pista del Gran Canaria. Los pupilos de Joan Plaza reaccionaron en la recta final para sumar un éxito vital que les mantiene dentro de los puestos que conducen a las series finales.