Vitoria. Mientras la reforma del Buesa Arena prosigue su curso sin contratiempos a la espera de recibir dentro de unos meses a su huésped habitual, el hogar temporal del Baskonia parece haberse convertido en constante objeto de polémica durante los últimos días. La última tiene como protagonista al alcalde de Vitoria, Javier Maroto, y al propio club azulgrana como secundario colateral. Ayer, como adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el primer edil confirmó que ha solicitado a Josean Querejeta que el Caja Laboral permanezca toda la temporada en el Iradier Arena y no regrese al pabellón de Zurbano el próximo mes de enero, cuando la UTE encargada de la ampliación del recinto tiene previsto entregárselo al club, aún con 9.000 espectadores en sus gradas a la espera de completarlo para el mes de junio. La primera petición de Maroto al mandatario baskonista llegó hace ya un mes, con la plaza de toros recién inaugurada, y las solicitudes se han repetido en más de una ocasión durante este tiempo.
Sin embargo, preguntado ayer por los medios sobre la posibilidad de convertir esta solución temporal en un acuerdo para todo el curso, el alcalde explicó que por ahora únicamente cuenta con una sonrisa como respuesta. "Si conocéis a Querejeta, debéis saber que en su caso una sonrisa es una respuesta muy positiva", bromeó el alcalde. Salvo giro de guión, la sonrisa del presidente del Baskonia será todo lo que obtenga a cambio Maroto. Y es que, a día de hoy, la entidad vitoriana sólo contempla la posibilidad de retornar al Buesa cuando esté listo en enero de 2012. De hecho, el Baskonia trabaja ya con una fecha concreta para su vuelta. Será el 25 de enero, en la segunda jornada del Top 16 y, en principio, primer partido en Vitoria de la segunda ronda continental -siempre y cuando el equipo de Dusko Ivanovic logre superar la fase regular-.
Las palabras de Maroto sorprendieron ayer enormemente al Baskonia. En el seno del club consideran que el alcalde está alimentando una posibilidad que -al menos por ahora- está completamente descartada por su parte, y que sólo una futura negociación a dos bandas -en la que ambos puedan salir beneficiados- podría hacerle replantearse la situación. Con todo, entienden que la insistencia -ahora ya pública- del primer edil tiene su germen en la necesidad de revitalizar el recinto multiusos más allá de los tres meses establecidos para acoger temporalmente al Caja Laboral. "Dado el éxito de los partidos del Baskonia, el buen impacto económico que tienen en el entorno, la aceptación por organizar los partidos allí y el hecho de ver ese equipamiento siempre tan lleno y rebosante de espíritu deportivo no me importaría nada que este efecto pudiera prolongarse en el tiempo. Y seguro que al Ayuntamiento tampoco", subrayó ayer Maroto. Pero Josean Querejeta ya quiso en su momento cortar de cuajo cualquier posibilidad. "Nuestra cancha es el Buesa Arena y cuando estemos en condiciones de volver, volveremos. Tenemos un grandísimo trabajo que hacer allí y, aunque en un principio iremos con las mismas plazas que hasta ahora, es bueno que estemos ya en el nuevo pabellón desde entonces, que lo conozcamos de cerca y podamos empezar a trabajar en nuestros planes para llenar los 15.000 asientos", valoró hace un mes Querejeta.
Agradecido por la rápida y eficiente adecuación de la plaza de toros para albergar sus partidos, el Baskonia considera sin embargo que, pese a tener que convivir con las obras desde enero a su inauguración en junio, regresar al Buesa Arena sigue siendo la mejor opción posible para sus aficionados. En el club no son ajenos a los inconvenientes que está causando la temporalidad del Iradier a sus socios. Frío excesivo en los asientos más altos, demasiado calor en la pista con los calefactores encendidos -los jugadores han pedido que se reduzca su uso mientras están jugando-, el sol que ciega a buena parte de los espectadores en los partidos al mediodía... Problemas que lastran en mayor o menor medida la presencia del Caja Laboral en el Iradier. Finalmente, Javier Maroto también aprovechó su rueda de prensa tras el Consejo para salir al paso de las criticas de Bildu hacia el Baskonia por no pagar el alquiler de la plaza de toros durante su uso, aunque el club ya respondió que el convenio firmado con el Ayuntamiento le excluye de abonar este tipo de tasas. "Se preguntaron si alguien había contado que aquí el Baskonia es el que paga todos los sueldos, todo el mantenimiento y que corren con todos los gastos", detalló.