El prolongado quebradero de cabeza que el cierre patronal está provocando tanto en patronal como en jugadores podría tener los días contados. La última reunión entre las partes, celebrada la semana pasada, sirvió para encauzar unas posturas que parecían imposibles de reconducir y, según apuntan desde Estados Unidos, la nueva temporada podría vivir su pistoletazo de salida el 1 de noviembre si las nuevas reuniones que tendrán lugar los próximos días fructifican. La clave para que el lockout toque a su fin estaría en la firma de un nuevo convenio de seis años de duración en lugar de diez, como era habitual hasta ahora. La cercanía del día 15, límite para que la pretemporada pueda arrancar y la Liga no se posponga, ha reactivado el interés de ambas partes por lograr un acuerdo.
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