Vitoria. Dentro de la mediocridad a la que se abonó ayer el Caja Laboral para derrotar al Lagun Aro en un derbi de lo más insulso que sirvió para clausurar la fase regular de la ACB, Stanko Barac brilló indiscutiblemente con luz propia. El gigante croata obró la reacción baskonista gracias a su álgida producción ofensiva y finalizó el choque con unas meritorias dobles figuras (27 puntos y 10 rebotes) que, sin embargo, no le hicieron acreedor al MVP de la jornada, galardón que se llevó el madridista D'or Fischer. Pese a ello, la actuación del poste baskonista dejó mucho que desear en labores defensivas, igual que la de todo el equipo. Especialmente durante la primera mitad, Kone le castigó con una facilidad inusitada. Junto a Barac, los otros dos nombres propios de la victoria azulgrana fueron Ribas y Dragicevic. El catalán, ya reconvertido a escolta, vive su mejor momento de la temporada y ha desplazado por completo de la rotación a un defenestrado Logan. El montenegrino, por su parte, trabajó a destajo en la zona y aprovechó de manera notable la baja de Teletovic.