El pasado verano aterrizó algún nombre rutilante en la plantilla con la intención de que su peso específico fuera menor, pero el Caja Laboral se sigue nutriendo de su vieja guardia. Ante la falta de punch de algunos hombres como Batista o Logan, por no hablar de Bjelica durante los meses atrás, los hombres de casi siempre salieron ayer al rescate de un bloque que volvió a tropezar en la misma piedra y se desangró por su exasperante tibieza defensiva. San Emeterio se echó el equipo a la espalda en un momento crítico y lideró una remontada en la que también pusieron su granito de arena Marcelinho y Teletovic. El cántabro permaneció oscurecido hasta el último cuarto por culpa de un Hosley en estado de gracia que le castigó constantemente. Sin embargo, su renacer a partir de ese instante insufló renovados bríos al Baskonia. El cuatro bosnio, al que Ivanovic utilizó durante muchos minutos como alero, realizó un destajista esfuerzo que se tradujo en dobles figuras. Por último, el brasileño mostró la suficiente sangre fría para apuntillar a los locales desde la personal.