Málaga. El Unicaja, que no tenía ya opciones de clasificarse para la siguiente fase cayó ayer, 61-77, ante el Panathinaikos, de Zeljko Obradovic, que tenía que asegurarse la victoria para pasar de ronda y evitar complicaciones en su clasificación. Los primeros compases del partido comenzaron con el marcador igualado. El conjunto heleno se distanciaba en el marcador a falta de dos minutos para finalizar el primer cuarto, gracias a la aportación ofensiva de Lebel, Diamantidis y Tsartsaris (12-19, min 8). Los de Chus Mateo sumaban puntos gracias a la aportación bajo el aro de Sinanovic. Al término del primer cuarto, 18-23 para el Panathinaikos.
Comenzaba el segundo cuarto con un balón perdido por parte de Guille Rubio contestado por dos puntos de Nicholas. El bosnio Sinanovic activaba a la defensa local y permitió al Unicaja ir poco a poco recortando distancias en el marcador, llegando a reducir la diferencia a tres puntos a falta de tres minutos para el final (27-30). El segundo cuarto finalizó con un tapón de Freeland que frenó un tiro interior de Vougioukas, y con dos tiros libres convertidos por el británico. El marcador, 33-38.
El tercer cuarto abrió brecha en el marcador insalvable a favor del Panathinaikos. Los más de seis minutos que estuvo sin anotar el equipo malagueño llegaron a su máximo exponente a falta de dos minutos para el final con catorce puntos de renta para los helenos. La mala gestión ofensiva por parte del Unicaja, con varios balones perdidos, refrendaba la inoperancia anotadora de los locales.
Los de Chus Mateo parecían despertar con un triple de Blankney y Freeland, y tres tiros libres convertidos por Fitch. La diferencia era ya insalvable y el cuadro malagueño en los minutos finales dosificó pensando en el partido del domingo frente a Estudiantes.