Vitoria. El Caja Laboral intensifica durante estos días las gestiones en los despachos para perfilar una plantilla con todavía algún interrogante. El abanico de posibilidades está abierto y es factible que uno o, incluso, dos jugadores aterricen en el Buesa Arena para tapar algunos agujeros existentes. Uno de los muchos jugadores tanteados en los últimos días por la entidad alavesa -el último nombre en salir a la palestra fue ayer el de Thomas Heurtel, base del Pau Orthez cedido en el Alicante-, Guillem Rubio, ya tiene vía libre para recalar en otro equipo después de que el Unicaja le diera el domingo de baja en la ACB.
Justo el último día de plazo permitido por la patronal para que se intercambiasen jugadores de un club a otro, los dirigentes malagueños optaron por retirar la ficha al ala-pívot catalán para dejar vía libre a la posible llegada de Jorge Garbajosa, sacrificado por Ettore Messina en el Real Madrid tras el rutilante fichaje de Begic. Tras este movimiento de ajedrez realizado en las oficinas del Martín Carpena, un jugador descartado como Rubio ya se halla en condiciones de fichar a partir de ahora por cualquier otro equipo, ya sea el Baskonia o cualquier otro interesado como el Cajasol de Joan Plaza.
Sin embargo, las posibilidades de que el cuatro nacido en Manresa acabe esta campaña a las órdenes de Dusko Ivanovic son remotas, por no decir inexistentes. Entre que Rubio quiere mantener intactas las condiciones del contrato que suscribió en su día con el Unicaja, que expira en junio de 2012, y que el club costasoleño pretende que sea el Caja Laboral quien satisfaga la deuda pendiente del traspaso acordado con el Manresa, la operación no tiene ningún viso de cristalizar. Acaso si Rubio rescinde su contrato podría constituir una opción interesante para ser el complemento de Mirza Teletovic en el debilitado puesto de ala-pívot. En la misma tesitura que Rubio se encuentran Panchi Barrera y Lubos Barton, del Granada y Fuenlabrada respectivamente.
Las otras alternativas para reforzar la plantilla pasan por la llegada de un base estadounidense, lo que supondría la marcha de Pape Sow y la reconversión de Bjelica como cuatro siempre que no llegue un jugador seleccionable para la pintura. Siempre que quiera disponer de un grupo compuesto por doce elementos, el Baskonia se halla obligado a fichar a un jugador español que permita cumplir los cupos vigentes en la ACB. La actual nómina se compone únicamente de Ribas, Oleson, San Emeterio y el residual Ánder García.