Vitoria. La plantilla del Caja Laboral, como le ha gustado siempre recordar a Josean Querejeta y Dusko Ivanovic, es un ente vivo, en constante posibilidad de cambio. Esta temporada plagada de incertidumbre ni podía ni va a ser una excepción. La directiva del Baskonia quiere definir cuanto antes el plantel con el que el equipo azulgrana afrontará la fase definitiva de la competición, el tramo en el que se reparten los títulos. La llegada de Batista, un jugador determinante y que puede variar la esencia del equipo, ha supuesto el primer paso. Pero en las próximas semanas pueden darse algunos más, hasta alcanzar el equilibrio que tanto se ha echado en falta en estos primeros meses de competición.
La contratación del poste charrúa ha solventado uno de los principales déficits que exhibía el conjunto de Dusko Ivanovic. La irrelevancia de Dejan Musli y el flirteo de los otros dos supuestos interiores, Teletovic y Haislip, con la línea de 6,75 dejaban a Stanko Barac como el único pívot del equipo, al margen de los temporeros con los que se ha tratado de parchear la situación. Con Batista todo va a cambiar. El Caja Laboral dispone ahora de un juego interior de plenas garantías, que ya no queda a expensas de la capacidad de Barac para esquivar la acumulación de faltas.
La situación entraña cierta ironía. Si a comienzos de temporada se cuestionaba la composición de la plantilla porque Barac aparecía como el único cinco, ahora mismo Ivanovic dispone de cuatro entre los que elegir, aunque dos de ellos no entran en los planes definitivos y parecen tener los días contados en Vitoria. El caso de Pape Sow se antoja obvio: con la llegada de Batista no tiene sentido prorrogar su contrato, que en teoría expira a mediados de este mes. Musli, por su parte, continúa a expensas de que el club y sus agentes le encuentren un equipo en el que poder jugar como cedido hasta final de la presente campaña.
A pesar del potencial del jugador serbio, las semanas siguen pasando sin que aparezcan las ofertas deseadas. A los directivos del Baskonia les gustaría que Musli encontrara acomodo en algún equipo de la ACB, pero su escasa experiencia le está cerrando las puertas de algunos equipos de la zona baja, que en situaciones de extrema urgencia prefieren encomendarse a jugadores más curtidos.
A lo largo de las últimas semanas, pese a todo, diversos medios han relacionado al balcánico con el Assignia Manresa e incluso con el Fuenlabrada, donde queda un enorme boquete en la pintura tras la salida de Batista. Ferrán López, director deportivo del club madrileño, negó esta posibilidad a este periódico. La opción por la que apuesta la directiva fuenlabreña pasa por lograr la cesión de Richard Hendrix, interior norteamericano del Maccabi que conoce de primera mano la ACB tras su paso por el Granada.
En esta tesitura, con el overbooking de cincos que maneja Ivanovic, ahora las miradas se centran más en el puesto de cuatro, donde la marcha de Haislip sitúa a Mirza Teletovic como el único ala-pívot del roster azulgrana. En esta dirección se mueven ahora los responsables del área deportiva del Baskonia. Sin urgencias, porque el equipo dispone de muchas alternativas para paliar esta carencia, se rastrea el mercado en busca de algo bueno, bonito y barato. Y en este perfil encajan precisamente dos de los temporeros que han pasado por el Buesa Arena en el presente curso: Martin Rancik y Florent Pietrus.
El francés, que prorrogó el pasado 16 de diciembre su contrato con el Power Electronics Valencia por un mes más, encajó a la perfección en la disciplina de trabajo de Ivanovic, que ya en su día reclamó a la directiva que tratara de hacer un esfuerzo por retener al jugador. En aquella ocasión, Pietrus se aferró a argumentos familiares para rechazar la oferta de trabajo temporal que le presentó el club vitoriano y regresar a Valencia, donde reside su familia. Pero ahora vuelve a sonar con fuerza y toda vez que la fecha en la que concluye su contrato coincide con la de la marcha de Pape Sow, no resultaría descabellado que volviera a recibir una llamada desde las oficinas del Buesa Arena.
Pietrus no es, en cualquier caso, el único jugador interesante que presenta el mercado. Con varios equipos importantes del continente eliminados de la Euroliga, el abanico de posibilidades se amplía. Lo único que resulta evidente es que la directiva azulgrana trabaja con denuedo para completar el puzzle. La primera pieza, la más importante, ya está colocada.