Vitoria. El esperpéntico arbitraje sufrido el pasado sábado por el Caja Laboral ante el Barcelona todavía continúa coleando. A falta de conocer si la ACB envía las próximas jornadas a la nevera por sus garrafales errores técnicos y su provocadora actitud a De la Maza, Perea y Cortés, cuya actuación ha desatado la indignación de todo el baskonismo, y si el club es sancionado económicamente por el lanzamiento de papeles a la pista, San Emeterio quiso aportar ayer una buena dosis de cordura en este farragoso asunto.
El alero cántabro, uno de los más desquiciados por el delirante criterio arbitral tras serle señalizados unos inexplicables pasos en una entrada a canasta y una antideportiva sobre Mickeal cuando estaba en plena disputa por el balón, quiso pasar página e instó al equipo a centrarse únicamente en los exigentes compromisos que aguardan a corto plazo como la inminente salida a Tel Aviv. "Con la victoria, estamos todos contentos y no tenemos nada que remover. Hay que gente experimentada en este club que sabe dominar estos temas", detalló.
Al contrario de las incendiarias declaraciones de Josean Querejeta, que entre otras durísimas críticas aludió a "un arbitraje tendencioso" y calificó como "provocadores" a los tres colegiados, el discurso del alero baskonista fue algo más mesurado. "No suelo protestar ni es algo que me guste. Después de unos pasos que me habían pitado y había tragado saliva, más la antideportiva, me encendí. Luego, volvió en mí y no protesté en ningún momento. Es algo que no me gusta porque no creo que los árbitros vayan a hacer daño a un equipo en concreto. Se pueden equivocar hacia uno u otro lado, pero me cuesta mucho creer que vayan a hacer daño intencionadamente", admitió.
Durante gran parte del duelo ante los culés, la crispación se apoderó de un Caja Laboral que se vio minado constantemente por el desigual criterio a la hora de penalizar los contactos, varios errores técnicos de bulto a la hora de señalizar los pasos y un carrusel de técnicas que concedieron innumerables tiros libres gratuitos al Barcelona. Pese a su grado de desquiciamiento por este cúmulo de factores externos, la tropa alavesa firmó una remontada épica que le encarama al liderato liguero.
"No soy nadie para valorar a los árbitros. Viendo el partido, por lo menos los pasos de Marcelo no fueron cien por cien. Con otros temas, puede haber distintas apreciaciones. Ellos también pueden cometer errores y, si los reconocen, no pasa nada", criticó San Emeterio antes de pasar página definitivamente.
el maccabi, otro duro test Si en la ACB cabalga firme y sin titubeos, la trayectoria del Caja Laboral en la Euroliga constituye la antítesis. Las tres derrotas consecutivas ante Khimki, Zalgiris y Partizan, junto a la inminente visita al conjunto hebreo, obligan a exhibir un estado de máxima alerta. "Este partido es, quizá, más importante y difícil que el del otro día. El triunfo ante el Barça nos va a servir para saber el camino que debemos seguir. Este jueves debe ser la confirmación de que lo hemos encontrado", confesó San Emeterio, para quien un triunfo en el Nokia Arena "aliviaría un poco el tránsito por el grupo".
Respecto al Maccabi, que ha saldado sus dos últimas comparecencias con dos abultadísimas victorias por más de 40 puntos, valoró su "buena línea en la Euroliga" desde que inaugurara el torneo con una severa derrota en el Buesa Arena. "Sólo ha perdido ese primer partido y luego todo han sido triunfos. Vienen de ganar un partido en Rusia en el último segundo y eso les dará moral, juegan en casa.... Será un partido más difícil que el del Barcelona y debemos ir a muerte", avisó el santanderino.
San Emeterio, por último, incidió en que "la única manera" de convertirse en un bloque solvente es imitar el rendimiento del último cuarto ante los pupilos de Xavi Pascual, es decir "defender al límite, colaborar todos en el rebote para que no sea sólo una cuestión de los pívots y adelante ser pacientes y tener acierto". "Debemos desarrollar ese juego durante más minutos", concluyó.