Vitoria. Luz verde al futuro. El proyecto esbozado por los arquitectos forales para la ampliación del Fernando Buesa Arena será finalmente la simiente del nuevo y flamante multiusos con el que el Caja Laboral podrá contar para disputar sus encuentros a partir de 2013. Sin cúpula, con algo más de 15.000 butacas y con una serie de mejoras que lo adaptarán para que pueda acoger cualquier evento de índole internacional. Así será el Buesa Arena del siglo XXI, tal y como quedó refrendado ayer en la reunión que mantuvieron representantes de la Diputación y de los arquitectos que habían preparado otro anteproyecto, en este caso a encargo de la directiva del Baskonia.

En dicho encuentro, que se mantuvo dentro de los cauces de la cordialidad, los rectores forales expusieron el proyecto elaborado por el servicio de arquitectos de la institución ante Carles Buxadé, uno de los padres de la característica cúpula del pabellón, que se desplazó hasta Vitoria para defender la estructura actual y la alternativa en la que él y el estudio de los vitorianos Sáez de Gordoa han trabajado durante los últimos años. Al final, el criterio económico (la Diputación puede ahorrarse dos millones de euros al no tener que pagar el proyecto) y los destellos innovadores de la opción del equipo de profesionales que dirige Julio Herrero han seducido al Ejecutivo de Xabier Agirre. La Diputación, de hecho, ya ha remitido a Bruselas la documentación necesaria para contratar la ayuda técnica con la que se resolverán los últimos flecos de un proceso de ampliación que, según el calendario que maneja José Luis Catón (arquitecto responsable del proyecto básico sobre el que girará la obra), debe ponerse en marcha el próximo año.

A pesar de la tibieza con la que se había expresado el pasado martes el teniente de diputado general, Claudio Rodríguez, que habló de que "probablemente" habría que retirar la cúpula, ayer se despejó cualquier duda al respecto. La característica cubierta del recinto de Zurbano será desmontada y trasladada a otro punto de la ciudad, donde será conservada y servirá como techumbre de un nuevo equipamiento público, probablemente un jardín o un parque -Diputación y Ayuntamiento barajan todavía varias opciones-. En su lugar surgirá un nuevo techo, amarrado con un complejo sistema de anclaje a base de cableado, que estará recubierto de placas solares que los arquitectos pretenden que permitan generar la energía que el recinto requerirá para su funcionamiento rutinario.

un proyecto innovador En realidad, aunque quizá se adivina como el punto más llamativo del proceso de ampliación, el futuro Buesa Arena se modernizará de manera diametral para convertirse en uno de los referentes estatales en la celebración de grandes espectáculos. Tras haber estudiado la actividad de varios complejos de esta magnitud a ambos lados del Atlántico, tanto la Diputación como la directiva de Saski Baskonia confían en que el pabellón, al margen de baloncesto del primer nivel, pueda acoger conciertos y actuaciones que hasta la fecha pasaban de largo y encontraban mejor acomodo en otras instalaciones de ciudades vecinas.

La esencia del proyecto que adelantó hace unas semanas DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA radica en la creación de un cuarto anillo, a más de 15 metros de altura, que permitirá incrementar en 6.000 (hasta los 15.047) las butacas del pabellón. El equipo de arquitectos forales, bajo el mando de Julio Herrero, elevará para conseguir este incremento del aforo las doce torres que circundan la instalación. En cada uno de estos enormes pilares, que se erigirán en los nuevos referentes de la silueta del Buesa Arena del futuro, se crearán palcos privados. Son algunos de los detalles de un proyecto que cada vez comienza a ser más una realidad.