splitter y Teletovic. Teletovic y Splitter. Pueden ponerlo en el orden que quieran. Si el Baskonia salió ayer victorioso de una pista que se le ha atragantado en los últimos tiempos fue en parte por la colosal actuación firmada por los dos interiores de Ivanovic.

El papel del brasileño fue, quizá, algo más meritorio. Salvo entre el final del tercer cuarto y el inicio del último, tramo en el que fue reservado por el técnico montenegrino al cometer su cuarta falta, se erigió una vez más en el factor desequilibrante de un partido donde evidenció que la Liga ACB se le queda muy pequeña. Ante Batista, otro de los jugadores más valorados de la competición y al que alguno incluso ha querido colocar como sustituto en el caso de que este verano haga las maletas rumbo a la NBA, Splitter firmó una prodigiosa exhibición.

Más allá de sus 26 puntos y 7 rebotes, la sensación de liderazgo en la zona representó la mejor virtud de la tarde-noche. Siempre que estuvo en pista, el Caja Laboral lo agradeció para bien en algo que viene siendo una mala costumbre desde el arranque de la temporada. El primer descanso que le concedió Ivanovic, con ventaja en el marcador (13-18), coincidió con la primera crisis vitoriana y dio paso a la resurrección del Fuenlabrada.

Quien volvió a dejar su sello en la periferia de Madrid fue Mirza Teletovic, otro jugador llamado a desembarcar en la NBA en el futuro. El pívot bosnio aprovechó los continuos dos contra uno que ordenó Salva Maldonado sobre la estrella azulgrana para ejecutar esas célebres suspensiones que son el pan nuestro de cada día.

Hasta el intermedio, su muñeca estuvo desengrasada. Eso sí, el de Mostar surgió a renglón seguido para meter de lleno al equipo en la pelea. Siempre imprevisible en su rendimiento, esta vez hizo diana con varios lanzamientos imposibles que despertaron gestos de asombro entre la bulliciosa grada local. Para lo bueno y para lo malo, Mirza es así.