Vitoria. Se ha convertido ya en un asiduo de la sección. Por su enésima demostración de casta y pese al estrecho marcaje al que le sometió el rocoso Ruffin, Tiago Splitter se erigió ayer nuevamente en el baskonista más solvente en el Nou Congost. No es que completara una actuación espectacular, pero volvió a echarse al equipo a la espalda en los momentos comprometidos y acabar, de largo, como el jugador más valorado del equipo.

El brasileño tiró de casta y pundonor para propiciar la remontada en los últimos compases, aunque a la hora de la verdad su esfuerzo resultó en balde.

También puso su granito de arena un Barac que, día a día, pide más minutos de juego ante la baja de Eliyahu y el raquítico estado de forma de un Teletovic bajo mínimos. El croata, simplemente por su descomunal figura, ayuda a intimidar debajo del aro -algo que el bosnio es incapaz de lograr- y generar peligro en ataque. En Manresa, se permitió incluso el lujo de firmar un triple en la recta final que estrechó el marcador. Por lo demás, el Caja Laboral defraudó por completo y ninguno de sus integrantes mereció sumar algún punto en el casillero y librarse de la quema.