Vitoria. Dusko Ivanovic rebaja el tono de su discurso. El otrora sargento de hierro ha mutado en un padre comprensivo capaz de juzgar con clemencia a un grupo asediado por las contingencias. El técnico montenegrino, más o menos satisfecho con la mejoría defensiva exhibida por el equipo en el duelo ante el CSKA, se lamentó de que el partido se hubiera escapado "por pequeños detalles".

"Hemos empezado muy mal y después hemos ido mejorando, pero en estos partidos tan igualados los pequeños detalles se pagan caros. Hemos perdido dos o tres rebotes defensivos largos por falta de intensidad", explicaba Ivanovic. "No hemos sabido ganar", resumió.

El entrenador del Caja Laboral, pese a todo, concedió cierta tregua a sus pupilos, a los que vio llegar al final del partido "sin aire fresco". "Hemos desperdiciado algunos ataques, nos ha faltado oxígeno. O no tirábamos o lanzábamos al borde de la posesión", explicó Ivanovic, para quien el equipo ayer, al menos en actitud, tuvo "lo que tiene que tener". "Hemos estado a punto, pero no hemos podido. Creo que este partido tiene que ser una buena enseñanza para los jugadores que hoy -por ayer- estaban en el campo", confió Ivanovic, quien pese a todo, cuando se le preguntó si ésta sería más o menos la imagen que dará el equipo cuando regresen los jugadores lesionados, respondió afirmativamente. "Aún nos falta un poco", apostilló después, fiel a su código de exigencia.

Respecto al rival, Ivanovic no dudó a la hora de destacar las virtudes de un CSKA que, aunque todo el mundo aprecia menos temible, "tiene una de las mejores líneas exteriores de Europa". "Cuentan con jugadores que saben asumir la responsabilidad en estos partidos tan igualados", manifestó. "Siskauskas, Holden y Langdon son jugadores que pueden decidir partidos".

El técnico visitante, Evgeni Pashutin, calificó de "muy importante" el triunfo de su equipo, al que dijo que le hacía mucha falta. "Habíamos perdido ya dos partidos en Euroliga y necesitábamos una victoria como ésta. El equipo lo necesitaba porque ha habido muchos cambios y aún se está haciendo", indicó.

Pau Ribas, que con el paso de los minutos mejoró sus prestaciones, expresó el cansancio con el que los escasos efectivos que ayer vistieron la elástica azulgrana llegaron al final del partido: "Hemos acabado muy cansados; es lo que pasa cuando se entrena y juega con siete u ocho hombres", enjuició.