Vitoria. Día tras día, el Baskonia es una fuente incesante de noticias. No tanto por su dubitativo estado de forma como por su epidemia de problemas físicos que le impiden entrenar con normalidad e ir dando pasos hacia adelante en este accidentado arranque de temporada.
Además de Huertas, cuyo concurso se encuentra prácticamente descartado ante el CSKA, uno de los principales focos de preocupación estriba en Tiago Splitter. El pívot brasileño no se entrenó ayer por precaución tras sufrir un tirón muscular en el muslo izquierdo en el tramo final del choque ante el Fuenlabrada. Tras someterse a varias pruebas para conocer el alcance de la lesión, todo hace indicar que no padece la temida rotura fibrilar y que podría vestirse de corto ante los moscovitas.
Su presencia se antoja fundamental para hacer frente a un rival que se presentará diezmado en la zona con las bajas de Smodis, Sokolov y del joven Vorontsevich. Con el de Joinville a pleno rendimiento, las opciones azulgranas de lograr el cuarto triunfo continental y, por ende, seguir aspirando al liderato de grupo subirían muchos enteros.
En cambio, quienes se ausentarán de una cita decisiva para el futuro europeo del Caja Laboral serán Huertas y Oleson. El timonel brasileño sigue sin ver la luz al final del túnel. Habida cuenta de que persisten las molestias en el muslo izquierdo tras padecer una microrrotura el pasado 8 de noviembre, la cautela sigue siendo la mejor consejera en el Buesa Arena y no se pretende acelerar el regreso de una pieza vital en el engranaje de Ivanovic.
Para la dirección de juego, el preparador montenegrino deberá continuar depositando su confianza en el recién llegado Singletary y en Pau Ribas, aunque el ex del Joventut habría sido reciclado al puesto de escolta una vez Marcelinho estuviese apto. Su polivalencia, por tanto, será vital en los próximos duelos donde la línea exterior del equipo se verá seriamente resentida.
La más que probable baja de Huertas ante los pupilos de Evgeni Pashutin no se traducirá, salvo sorpresa, en la alineación de Brad Oleson, al que se le ha diagnosticado un descanso para poner fin al pequeño calvario de sus dolencias en el tobillo. El escolta de Alaska inició ayer el tratamiento conservador y será baja indefinida hasta que la articulación se restablezca por completo.
Mejores noticias llegan del estado de Walter Herrmann, que ya ha iniciado la recta final de su recuperación y en tres semanas podría estar en condiciones de disputar sus primeros minutos como integrante baskonista. El alero argentino empezará en breve a correr para ir cogiendo poco a poco el tono físico. Con su vuelta, que implicará la marcha de Micov de la capital alavesa, el Caja Laboral aspira a dar un salto de calidad y elevar su controvertido rendimiento.