Burani afronta con ambición los últimos tres encuentros del Araski, y aunque este sábado tenga ante sí un gran rival como el Valencia Basket, espera poder obtener la victoria y celebrar la salvación junto a la “Marea Verde”.
¿Cómo encaran esta recta final?
Para nosotras son tres finales. Está siendo un año muy igualado y una temporada peleada y estamos en la zona de abajo, pero no tanto como para estar preocupadas. Aún así, para nosotras son tres finales y tenemos que intentar sacar los encuentros sí o sí. Sabemos que van a ser muy difíciles, ya que nos restan unos rivales de envergadura. Primero, nos enfrentamos al Valencia que es una gran potencia, luego viajamos a Canarias y allí siempre es complicado jugar, y por último, el Jairis está en una racha muy positiva. Seguimos trabajando muy bien como grupo. Hace ya un tiempo que dimos un paso adelante y ojalá podamos ganar los máximos partidos posibles.
¿Tienen nerviosismo por intentar cerrar cuanto antes la salvación?
–Sabemos que lo tenemos ahí, pero debemos centrarnos en nosotras mismas. El otro día ante el Avenida hicimos un gran trabajo, pero somos realistas del equipo que tienen tanto ellas como el Valencia. Vamos a salir a dar el 100% porque no queremos depender de otros resultados, sino de nosotras mismas.
Mejor acudir a Canarias con la salvación matemática, ¿verdad?
Lógicamente cuanto antes mejor. Además, Canarias es un campo difícil y llegan en una buena dinámica. Con el fichaje de Astou Ndour han subido de nivel y esperemos que no lo tengamos que definir ahí, pero si toca hacerlo, iremos con todo.
El Valencia es un gran viral, aunque no imposible de ganar…
Tienen jugadoras de gran nivel en todas las posiciones y vienen de salir campeonas de la Copa, así que será un rival complicado, pero en nuestra casa tenemos que hacernos fuertes. Estamos con nuestra gente y se lo tenemos que poner difícil.
¿Cree que ellas pueden tener esa relajación post-Copa de la Reina?
Ya les pasó contra Avenida, pero para nosotras es una final y quizá para ellas no. Tenemos que salir a ganar el partido como si fuera cualquier rival. Ojalá podamos obtener la victoria y festejar la permanencia con nuestra gente, pero si no iremos a Canarias a buscar esa victoria.
El objetivo del club es la salvación pero, ¿cree que podría haber estado más arriba en la clasificación?
–Totalmente. Hemos ganado partidos muy difíciles y hemos perdido otros que tendríamos que haber ganado y eso hace que estés abajo. Todo está tan apretado que dos victorias más te hacen luchar por el play off, pero así es la liga. Cada año que transcurre todos los equipos están más igualados. Fuimos muy irregulares durante toda la temporada, pero también lo hemos sido dentro de los encuentros y hemos ido teniendo cuartos muy buenos y otros en los que se nos iba la cabeza. Es algo a corregir y que nos ha pasado factura.
¿Le dan vueltas al mal inicio?
–El comienzo fue muy malo y aunque luego pudimos remontar y hacer un buen final de la primera vuelta, sí que nos pasó factura. Ya no merece la pena echar la mirada atrás.
Es su segunda temporada en el Kutxabank Araski y en Vitoria ¿Cómo se siente?
Vitoria me encanta, es una ciudad que me gusta y el club es muy familiar. Me siento como en casa, lo disfruto mucho y soy muy feliz jugando aquí. Además, la gente te acompaña de una forma increíble y aunque tenga a mi familia lejos, todo eso hace que me sienta como en casa. El día a día se disfruta de una manera especial con “Marea Verde”.
Dos temporadas y dos estilos de juego distintos. ¿Cuál le convence más?
Yo me adapto a lo que venga. El año pasado estaba más de cuatro puro y este año me pidieron otro tipo de roles, como ser más defensiva, más de luchar ahí adentro o haciendo más caídas como me pide Made. Es adaptarse al estilo de juego que más le conviene al equipo y tratar de hacerlo de la mejor manera posible.
¿Cómo se ha vivido ese cambio?
Al final, son las jugadoras que se ficharon este verano. Se optó por un estilo de jugadoras muy rápidas como Sami o Marta y el equipo también se ha tenido que adaptar a ese juego. Este año no teníamos una figura como Atkinson, pero sí otro estilo de juego y en ese sentido, una buena entrenadora, como Made, se debe de adaptar a esos fichajes.
¿Individualmente cómo se ha visto?
Tuve un inicio de temporada muy malo sin esas sensaciones de confianza y creo que también se notaba en los resultados del equipo que no terminábamos de entendernos muy bien como bloque. En esta última parte me he encontrado más cómoda y lo estoy haciendo mejor. Creo que nos costó ensamblarnos como equipo y cuando ya lo conseguimos, se mejoró a nivel colectivo.
¿Qué le viene a la mente cuándo echa la mirada atrás?
Todo. El inicio cuando nos conocimos, cuando empezamos, esos partidos de pretemporada que aún estábamos arrancando. La verdad es que sí que se hizo larga la temporada, ya que hubo momentos muy buenos, otros malos y críticos, pero ahora estamos tranquilas. Eso sí, no del todo porque aún no tenemos la permanencia, pero yo creo que en general sí que hicimos un buen trabajo.
Se ensalza esa química dentro del vestuario. ¿Es difícil de encontrar?
En eso tiene que ver mucho Made, que se fija tanto en la clase de jugadora como en la clase de persona que ficha. Además, todas nos llevamos muy bien y hacemos planes juntas, nos divertimos jugando y siempre lo damos todo en los entrenamientos y eso es muy importante en el día a día, en especial, en temporadas tan exigentes como ésta. Por eso, el que haya una química tan especial es muy lindo y se disfruta muchísimo.
¿Tienen alguna fiesta preparada por si se logra hoy la salvación?
Algo habrá (risas). Nosotros vamos a jugar, ganar y luego ya se verá qué sucede el sábado.
“Pese a que quiero descansar, en verano quizá juegue la liga sudamericana”
¿Le da vueltas a dónde estará Burani el curso que viene?
La verdad es que aún no. Primero quiero terminar bien el año aquí, que está siendo una temporada muy larga y dura, y con muchas sensaciones. Así que ahora lo que quiero es concluir aquí y regresar a mi casa y estar con mi familia. Luego ya se verá si sigo en Vitoria, en la liga o en otro país. Cada verano es un mundo y estos meses siempre son de incertidumbre. Ahora quiero enfocarme en estos últimos partidos y en disfrutar de mi familia.
Por último, ¿tiene pensado jugar a baloncesto en verano?
–Quizá juegue la liga sudamericana en Argentina que son todos los campeones de las ligas de Sudamérica, es decir, Argentina, Dubái o Brasil y juegan todos un torneo que durá más o menos un mes y medio. Aún así, quiero disfrutar de mi familia y pasar tiempo con ellos, ya que el año pasado no pude tomarme ese descanso y eso acaba pasando factura. Así que prefiero estar un poco con mi familia, pero si puedo jugar, lo haré.