- Ni lo de antes de la pandemia ni lo del año pasado. El ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha suspendido la programación habitual del día de San Antón, que se celebra cada 17 de enero, debido a la situación sanitaria, aunque mantendrá la rifa tradicional de manera presencial y el sorteo de dos cerdos de chocolate entre los centros escolares de la ciudad. La rifa, según explicó ayer el consistorio, se celebrará a las seis de la tarde en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, y dos usuarios de la residencia San Prudencio se encargarán de extraer los números. Según la tradición deberían ser la mujer y el hombre de más edad residente los encargados de extraer los números, si bien la actual situación de pandemia deja en manos de esos dos usuarios la composición de los números ganadores.

Asimismo, el sorteo de dos cerdos de chocolate entre los centros escolares se celebrará en Musika Etxea, y será retransmitido por Radio Vitoria. Para quien todavía desee participar, los boletos se encuentran a la venta en la Residencia San Prudencio, en todos los centros cívicos, en el Mercado de Abastos, el bar La Unión, la Peña Dulce, el Mercado Hebillas, las sucursales de la Caja Laboral, y en el puesto ubicado en la plaza General Loma.

En total se repartirán diez premios, por un valor total que asciende a 4.500 euros, entre los que destaca el primer premio: un lote de productos de cerdo ibérico de bellota. Además, se incluye un viaje para dos personas a Oporto y norte de Portugal; una escapada urbana para conocer el Valladolid de Miguel Delibes; un robot de cocina; una bicicleta eléctrica; dos abonos de temporada del teatro principal; un ordenador portátil; un bono para compra de libros; un menú degustación para dos personas; y un seguro vivienda Laboral Kutxa Plus durante un año.

Desde 1781, el hospicio de la ciudad y la residencia San Prudencio organizaban la rifa popular de San Antón. Con el paso del tiempo y la desaparición del hospicio como tal, la tradicional rifa se gestiona desde el Servicio de Cultura con el objetivo de mantener la tradición. Además, desde 1994 se sortean los dos cerdos de chocolate para divulgar esta tradición vitoriana entre las generaciones más jóvenes.