La de este miércoles ha sido, sin lugar a dudas, la comitiva real más esperada por los miles de niños y no tan niños que pacientemente, y con el frío en el cuerpo, han aguardado en las calles de Vitoria la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar.

A pesar del coronavirus, Sus Majestades de Oriente han vuelto a protagonizar dos años después uno de los actos estrella y más multitudinarios de las Navidades, antes de regar de ilusión y de regalos los hogares de todos esos txikis.