La capital y parte de su entorno geográfico padecieron ayer una situación calamitosa debido a los efectos de una inundación histórica que se dejó notar en las comunicaciones por carretera, en las dificultades que atravesó el transporte público, en la incomunicación de varios concejos y en los daños provocados en fincas, lonjas y viviendas. Y, lo peor, es que las circunstancias podrían empeorar, no tanto para Gasteiz, que subsistiría dentro de cierta estabilización de los cauces a su paso por el municipio, pero sí para varias localidades ribereñas de los dos embalses del sistema del Zadorra debido a que se debe casi duplicar el volumen desembalsado al rebasar el agua allí contenido el umbral de seguridad del pantano.

Lo avisaron ayer en una comparecencia urgente y conjunta el diputado general de Álava, Ramiro González, y el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran. Ambos advirtieron de la llegada de medidas extras para tratar de paliar el problema con el pantano, que desembalsaba a menor ritmo que el agua que le llegaba debido a las precipitaciones y al deshielo. Hoy el embalse de Ullíbarri-Gamboa alcanza ya el 97,4% y desembalsa a 89,62 metros cúbicos por segundo. Las medidas implican el desalojo de mayor caudal, circunstancia que podía poner en riesgo a poblaciones como Mendibil, Arroyabe, Durana, Luko, Urbina y Amarita.

Con todo ello, ambos mandatarios pidieron a los vecinos de esas localidades que eviten coger sus vehículos particulares y que eviten acercarse a las zonas de riesgo.

"Ahora lo que más preocupa es esta parte de la cabecera de los embalses. Estamos en una situación complicada. Los registros más parecidos a lo que está ocurriendo en estos días no lo veíamos desde el año 2003, hace aproximadamente 18 años. La cantidad de agua que ha caído entre el 29 de noviembre y el 30 de noviembre fue muy superior a la esperada y esto, unido a la cantidad de agua que ya traían los ríos, no ha posibilitado el comenzar a desembalsar hasta el día 6 de diciembre", alertó el regidor foral.

Este incremento de agua que han sufrido los embalses desde el 29 de noviembre hasta este momento "es de los más grandes, parecido al de 2003. En una semana se han incrementado los niveles en 100 hectómetros cúbicos y no hay registros de tanta subida repentina de agua. Desde la mesa de crisis, nos informan que se está desembalsando entre un 15% y un 20% del agua total que está entrando en los embalses".

Y ahí está la clave. La norma de explotación de los dos embalses (Ullibarri-Gamboa y Urrunaga) indica que una vez superado el umbral de seguridad (546,5 hectómetros cúbicos), "hay que igualar entradas y salidas al embalse por seguridad, es decir, hay que desembalsar la misma cantidad de agua que la que entra".

Para evitar situaciones peores, desde el pantano de Ullibarri-Gamboa se está desembalsando 60 metros cúbicos por segundo y se van a pasar a 90. Y en el de Urrunaga, se va a pasar de 15 a 30, "de forma inmediata", hasta llegar a 45. En conjunto, se va a pasar a desembalsar, de 75 a 135 metros cúbicos por segundo. "Si continúan las precipitaciones, va a suponer un incremento muy importante que va a afectar fundamentalmente a la cabecera de los embalses", precisó González.

El caso es que en los últimos 12 días ha caído tanta agua como la que consumen los habitantes de Vitoria y Bilbao en un año. "Estamos ante una situación complicada, de muchísima preocupación", resumió el diputado general.

Por su parte, Urtaran comentó que "parece ser, y con todas las cautelas del mundo, que las precipitaciones van a reducir la cuenca natural por lo que se podría compensar con el agua desembalsada por lo que la afección en Vitoria puede ser estable".

Los destrozos del agua también tienen otras cifras. En la tarde de ayer había hasta 18 personas desalojadas de Astegieta, las cuales ya están siendo atendidas por los Servicios Sociales de Vitoria.

El alcalde de Vitoria también anunció que se va a trasladar al centro cívico de Zabalgana el Servicio de Urgencias Sociales, que incluso podría cubrir la demanda de alojamiento en el caso de que se agotaran las plazas existentes en la ciudad.

Hasta llegar a ese punto, Vitoria vivió ayer una jornada difícil de olvidar. De hecho, desde bien temprano, los conductores que habitualmente entran en Vitoria por Portal de Foronda o por la entrada a Ibaiondo sufrieron las consecuencias de las acumulaciones de agua, que en esa zona de Gasteiz ocupaba grandes cotas de terreno.

Según indicaban varios conductores a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, los trayectos de los vecinos de los pueblos de las inmediaciones de la capital hacia Vitoria, que suelen rondar el cuarto de hora, en la mañana de ayer llegaron casi a la hora debido a los desvíos habilitados por las fuerzas del orden, que regularon los accesos para evitar males mayores.

En ese punto, el vicelehendakari y consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, explicaba que uno de los "puntos más delicados" de la CAV a esas horas y durante todo el viernes fue el cauce del río Zadorra. No en vano, la carretera N-622 y en los enlaces con la A-1 en la capital estuvieron cortados en las dos direcciones por el desbordamiento de su cauce. "Estamos intentando gestionar esta situación, pero con las precipitaciones tan intensas y persistentes de ayer la cantidad de agua es inmensa y la gestión plantea dificultades". Esos problemas, por ejemplo y en otro ámbito, se notaron en instalaciones como las de las piscinas de Gamarra, que el Ayuntamiento se vio obligado a cerrar, ya que el agua había anegado desde el campo de rugby hasta la zona de merenderos.

Aparte, la red viaria alavesa no lo pasó mejor ya que una veintena de carreteras tuvieron que cortarse. Así, los desbordamientos se dejaron notar en la A-3020 (Polígono industrial de Asparrena-Araia), la A-3012 (Ozaeta), la A-3022 (Gebara y Heredia), la A-3302 (Astegieta, Estarrona, Trespuentes y Víllodas), la A-3310 (Mimbredo), la A-3312 (Ribabellosa), la A-3322 (entre Tuyo y Lapuebla de Arganzón), la A-3602 (Lopidana), la A-4004 (Audikana), la A-4005 (Dallo), la A-4007 (Mezkia), la A-4010 (Amarita), la A-4013 (Gebara), la A-4301 (Yurre), la A-4314 (Villodas), la A-4302 (Margarita), la A-4356 (Andagoia), la A-4358 (en el acceso a Iruña Veleia) y la A-4359, de nuevo en Trespuentes. También se cerró al tráfico la A-627, a la altura de Landa, por un desprendimiento acaecido en Gipuzkoa.

Respecto al transporte público, la red de Tuvisa también tuvo que modificar alguno de sus recorridos por las distintas líneas. El Ayuntamiento de Vitoria suspendió la parada de Astegieta de la L5 y la parada de la plaza Gamarra de las líneas L3 y L9 por encontrarse inundadas. Estuvieron sin servicio también Foronda 64 y Landaberde 57 (l4), aunque se lograron recuperar según avanzó la jornada.