En los parques de Vitoria resuenan en las últimas semanas las risas de los más pequeños que exprimen los últimos días de vacaciones antes de encarar el nuevo curso; unas risas que no tardarán en volver a inundar los patios de los colegios alaveses, aunque nuevamente amortiguadas por las mascarillas que seguirán siendo imprescindibles en esta vuelta al cole para la que ya se preparan los centros educativos.

Es el caso, por ejemplo, del colegio Escolapias-Paula Montal, donde el único ruido por el momento es el de las máquina que se están encargado de remodelar las aulas de 2 y 3 años. El resto, lo invade el silencio propio de la expectativa, aunque desde el equipo directivo, Maxi Lacruz y Ana Isabel Cordero reconocen que la inseguridad del año pasado queda atrás para ser sustituida por una incertidumbre que se irá aclarando con el paso del tiempo a medida que vayan transcurriendo las primeras semanas y hagan la primera toma de contacto. Porque, además, ya tienen la experiencia de lo vivido el año pasado, y reconocen que tanto los alumnos, como el profesorado y las familias cumplieron.

Por eso, no esperan que este año vaya a ser diferente; con unas medidas similares a las del pasado, encaran con "esperanza" este nuevo curso, bajo el lema de Sumamos sonrisas. Es muy importante el lema de este año, porque necesitamos sonrisas", explican Lacruz y Cordero.

Y, precisamente por esa razón, van a empezarlo como lo hicieran el año pasado; potenciando el ámbito emocional; para ellas, algo básico. En un barrio, el de Sansomendi, que durante la pandemia ha sufrido notablemente las consecuencias del covid y en un colegio en el que algunos alumnos incluso han tenido que despedirse de familiares, atender a las emociones es algo para ellas "imprescindible". Ya el curso pasado la primera semana la dedicaron a hacer una primera toma de contacto y hablar de cómo se sentían, y este año harán lo propio. "Hemos trabajado mucho lo emocional desde las tutorías y el profesorado, y este año lo mismo; les preguntaremos si se han vacunado, cómo están, etc.".

Y es que lo de las vacunaciones es algo que tienen muy en cuenta. El profesorado está totalmente vacunado, y confían en las familias para que la vacunación de los menores también sea efectiva. "Creemos que la gente será responsable y los chicos se vacunarán", afirman. Además, los grupos burbuja se van a mantener en este nuevo curso. "Es que el curso pasado fue como de inseguridad porque nos enfrentábamos a algo nuevo, pero al final fue de campeones. Estuvimos muy apoyadas y fue increíble", relata Lacruz. Este, sin embargo, lo empiezan desde la "incertidumbre", porque no saben lo que va a pasar, pero ya parten del recorrido realizado con las medidas tomadas ya el año pasado. "Ya sabemos las pautas a seguir, y las familias están en ese sentido más tranquilas porque terminamos el curso con mucha seguridad y satisfacción".

Y es que, para ellas, la actuación en los centros educativos ha sido "muy buena", y lo demuestra la incidencia en los colegios. "Desde febrero ha habido muy poquitos positivos", recuerdan, al tiempo que añaden que "los críos se sentían muy seguros cuando estaban aquí". En ese sentido, recalcan que si el protocolo ha funcionado es "porque hemos sido estrictos". Algo que van a mantener también este año será la sala covid para confinar a los alumnos con síntomas hasta que sus familias vengan a recogerlos, y la iniciativa de pasar a ofrecer clases online para aquellos que tengan que estar confinados por ser positivo o contacto estrecho. "Es algo que ha dado mucha seguridad a las familias", inciden. Porque los alumnos no han estado sin asistir a clase aunque lo hicieran desde sus hogares. También agradecen nuevamente la voluntad de alumnos y familias, que "nunca han puesto ninguna objeción a la ventilación cuando hacía algo de frío en el caso de los niños, ni a no poder entrar al recinto en el caso de los padres". Y extienden su agradecimiento al Gobierno Vasco por la subvención especial covid, porque "nos ha dado holgura a los centros porque esto ha supuesto más gasto. Y con las bajas ha habido profesores de apoyo".

En definitiva, y aunque el curso que comienza seguirá sin conservar su normalidad, esperanza, proactividad y prudencia son tres palabras que resuenan en el colegio gasteiztarra Escolapias-Paula Montal de cara a esta vuelta al cole donde seguirán, como señala su lema, sumando sonrisas, porque "dentro de la gravedad de la situación, es increíble cómo ha respondido la gente". Y confían, precisamente, en que el nuevo curso sea igual.

Reconocen que, si el protocolo funcionó correctamente el curso pasado, fue "porque fuimos estrictos"