ocas cosas son tan tradicionales en estas fechas como la presencia de los feriantes ambulantes que llenan de vida la ciudad. Este año vuelven más cargados de sonidos, magia y diversión, Pero también entre novedades y con un estricto protocolo de seguridad. DIARIO DE NOTICIASDE ÁLAVA visitó el recinto en Salburúa, uno de los trespuntos que acogen las barracas hasta el próximo 15 de agosto.

Una vez allí la ilusión es compartida. Al ritmo las típicas canciones de verano -Camilo, Ana Mena, Rauw Alejandro, Aitana, J Balvin, entre otros- y de las atracciones, los vecinos de Salburua observan con emoción la iniciativa en medio del panorama actual. Su horario habitual entre semana es de 17.00 a 22.00 horas y los sábados y domingos abren de 17.00 a 24.00 horas.

Este año, como medida para atajar la pandemia, se ha delimitado y vallado la entrada a estas atracciones y se controla tanto el aforo como el uso de las mascarillas en la entrada mientras los asistentes desinfectan sus manos con gel hidroalcohólico.

El precio de las atraciones del recinto ubicado en la parcela entre avenida de Varsovia y Bulevar de Salburua, rondan los 2,50 euros. El día del niño, los lunes y los jueves, por lo tanto su tarifa es más reducida, a 1,50 euros auque la atracción de los autos de choque cuesta 2 euros.

Los feriantes viven esta temporada con "cautela" pero con positivismo teniendo en cuenta el contexto actual en el que desarrollan su actividad. Lorenzo Tapias, encargado de los autos de choque, comenta que "este año nos han desglosado por barrios asi que es más duro, el terreno es caro y no hay fiestas, entonces todo va despacio. De momento, esta primera semana ha habido movimiento, los días populares han tenido muy buena acogida, mejor de lo que esperaba. Parece que se anima un poco más la gente".

Jessica Docarno, la encargada de la taquilla del Super Bounce, comenta que "el día del niño hay bastante movimiento de gente y cuando hace mucho calor también. Depende mucho del día que vengan más o menos personas", detalla.

La música, el sonido de las bocinas, el movimientos de los carruseles y el olor a churros, atraen la mirada de niños y mayores que pasan por la zona y de las personas que se acercan desde diferentes partes de la Gasteiz. A pesar de ello, uno de los reclamos más comunes han sido la distribución de las atracciones. Marta Maeztu, llegada con su hija pequeña desde Zaramaga hasta Salburua, piensa que "para los niños está todo muy bien pero para chavales de 15 a 17 años no hay nada ni para nosotras. No hay en qué montarse y al final apetece".

Al hilo de la conversación, una cuadrilla de amigas concuerda en que hace falta sentir la adrenalina que provocan ciertos juegos como las típicas montañas rusas del Ratón Vacilón y la Selva Encantada (la montaña rusa con agua).

Alanis, una joven vitoriana que paseaba por la zona opina que "se echa en falta que estén todas las barracas juntas y los juegos como el de explotar globos con dardos".

Alazne, una vecina de la zona de 13 años, cuenta que le gusta mucho tenerlas "debajo de casa aunque echo en falta más atracciones para nosotros, como la olla, el ciclón y el toro mecánico".

Mientras esperan su turno en los autos de choque, Maitane, Uxue, Claudia, Paula y Frehi comentan que suelen asistir con frecuencia a las tardes para divertirse, pero admiten que echan de menos los juegos las numerosas casetas de tiro. Claudia, piensa que "lo mejor es que hay días baratos, aunque me hubiese gustado montar en el saltamontes". Aunque no les han dicho nada en la entrada, el grupo de amigas manifiesta que "siempre llevan las mascarillas puestas", concretan

Juan María, regenta el Bar Ember que está ubicado al lado del recinto ferial y opina que "hay ambiente en las barracas pero la zona está muy mal para aparcar y aunque se note un poco más de ambiente, en las inmediaciones sigue un poco tranquila la cosa. En el bar se nota algo más de movimiento a última hora de la tarde, pero nada fuera de lo común", explica el hostelero.

Ana Brea, una vecina que vive justo al lado de las barracas, piensa que este año "lo han hecho bien y que ha tenido buena acogida". Considera que el espacio que tienen este año tampoco da para más por las obras del tranvía y en cuanto al tema del ruido, manifiesta que no tiene ningún problema, pero "si los tuviera me aguantaría porque todo el mundo tiene derecho a vivir y más en estos momentos". Su hermana, Pilar Brea, opina que a pesar de no vivir en el barrio "todo me parece estupendo, habrá que hacer un pequeño sacrificio por la gente que tiene que trabajar".

A pesar de la situación si hay algo que no cambia, es la cara de ilusión de los más pequeños mientras señalan con sus dedos el lugar que más le gusta, esperando a que su familiar más cercano haga sus deseos realidad.

Los diferentes recintos están ubicados este año en tres zonas de la ciudad: en Salburua, en Lakua-Arriaga y Zabalgana. En cada espacio hay dos atracciones para mayores, tres infantiles y una churrería. Las atracciones de Salburua están más pensadas para los pequeños, con camas elásticas. pista de autos de choques, la rana, el dragón y el escalextric. Para quienes les guste la adrenalina, las atracciones de Lakua-Arriaga son la mejor opción. Además de tener los juegos tradicionales, aquí se encuentra el martillo.

Aunque la percepción es buena, un año más se echa de menos el famoso tiro de agua, la tómbola antojitos, el bingo o el famoso cántico "corre que te corre, pillo que te pillo, joroba que joroba, a ver quien ganará". Por lo pronto, según los feriantes, las jornadas han transcurrido hasta la fecha con total normalidad y los asistentes respetan la distancia, utilizan la mascarilla, el gel desinfectante para las manos y los aforos.

"Los días populares han tenido muy buena acogida, parece que se anima un poco más la gente. "

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