- La luz empieza a recuperar su intensidad y sus matices, pero todavía queda tiempo (y pandemia por delante) para que luzca en su esplendor. Por el momento, la reapertura de los locales de ocio nocturno tendrá que esperar. Después de año y medio, las discotecas que continúan catalogadas en los Grupos III y IV seguirán con la persiana bajada. No así las encuadradas en los grupos I y II, que hace ya meses optaron por sumar su oferta a las reglas de juego de la hostelería.

Así lo ha decidido el LABI, que se ha decantado por que la hostelería y otras actividades puedan permanecer abiertas hasta las dos de la madrugada desde hoy mismo. Además, el límite de aforo se establece en el 60% para eventos sociales y culturales, con un máximo de personas de 600 en el interior y 800 en el exterior. En los establecimientos hosteleros, se mantendrá el 50% de aforo en los interiores y la prohibición de consumo en barra o de pie, y en las mesas podrá haber hasta seis personas, cuando hasta ahora el máximo era de cuatro.

El propio lehendakari, Iñigo Urkullu, informó ayer de que tras considerar que las medidas preventivas y la vacunación ofrecen resultados “positivos es momento de consolidar esta tendencia” y continuar con la estrategia de “mínima transmisión y máxima vacunación”. Eso sí, reconoció que los peligros de repunte siguen presentes con las nuevas variantes, como ahora ocurre con la Delta y su especial afección en Reino Unido o Portugal. “Estamos en tiempo de esperanza y de prudencia”, aseguró.

En el marco de esta nueva situación, el Consejo Asesor de LABI dio ayer luz verde a la modificación del actual Decreto en vigor. Entre otras medidas, se habilita la apertura de txokos y sociedades gastronómicas (no se dice nada de las lonjas juveniles), de acuerdo a unas reglas asimilables a las de hostelería: límite de aforo al 50% y horario de apertura entre las nueve de la mañana y las dos de la madrugada. Y eso sí, deberán contar con un registro diario de reservas de mesa realizadas.

El Consejo científico y técnico también se ha mostrado favorable a aflojar un poquito más las restricciones de los eventos culturales, que también amplían horario hasta las dos de la madrugada; y del mismo modo, los encuentros deportivos al aire libre empezarán a recuperar el pulso vital con la presencia de público; más ahora con los campeonatos escolares.

El lehendakari anunció que estas medidas serán analizadas en quince o veinte días, con el objetivo de confirmar que la tendencia en la incidencia de contagios y en la presión hospitalaria sigue a la baja. Explicó que, si se cumplen los objetivos, habrá una nueva “modulación de medidas” o incluso la desactivación de la emergencia sanitaria, en vigor en Euskadi desde marzo del año pasado, con un paréntesis en verano.

Urkullu, que mostró su “plena confianza en el compromiso cívico de la sociedad vasca”, puso en valor el trabajo realizado por el LABI, cuyas medidas han resultado “efectivas”, ya que esta última ola de la pandemia ha llegado a Euskadi “más tarde y su impacto ha sido menor”.

El lehendakari reconoció que con la relajación de las medidas y con una mayor interacción social, especialmente en verano, hay una “preocupación permanente”, por la aparición de las nuevas cepas y porque sigue habiendo una pandemia.