Uno de los locales más céntricos e históricos de la noche gasteiztarra, el pub Down Street, afronta una nueva etapa con la ampliación de actividades hacia otra vertiente de la hostelería, después de sobrevivir a los meses más duros de la pandemia con los sucesivos cierres del local y restricciones para poder trabajar con normalidad.

Los propietarios y socios del local, situado en el sótano del número 15 de la calle San Prudencio, están inmersos en plena faena de mejora de la accesibilidad y lograr una mayor visibilidad a la hora de seducir a la clientela ubicándose a pie de calle. Para ello han dado el paso de expandirse hacia un local anexo, donde estuvo situada una célebre tienda de venta al peso de frutos secos y chucherías.

Además de estar situados a nivel de calle, los 110 metros cuadrados de esa lonja, les van a permitir instalar un ascensor para hacer mucho más sencillo y poder bajar al espacioso Down Street donde beber una copa en un ambiente agradable. "Nos toca ir reinventándonos sobre la marcha con cuestiones como el karaoke, eventos o celebraciones privadas.

Tras el periodo vivido, la gente necesita salir, socializar y desfogarse con una copa"

Javier Lastra

Pub Down Street

Todo lo que fue esta zona centro de la noche de Vitoria ya no existe y solo queda el Down Street. Otros locales como el Molly Mallone, el Jukebox, el Signum o el HF en esta misma calle ya desaparecieron hace tiempo", explica resignado Javier Lastra, uno de los socios.

Las obras de acondicionamiento se suceden a ritmo frenético con el propósito de abrir las puertas en el mes de julio. La clientela del Down Street podrá disfrutar de una amplia terraza en el corazón de la calle San Prudencio con 24 mesas. Se podrá consumir en el local a pie de calle, sin perder la esencia de lo que ha sido el Down Street y donde se pueden llevar a cabo otro tipo de celebraciones o eventos.

Este paso adelante se da con la vista puesta en el horizonte y la esperanza de que Juan Mari Uriarte "acabe la obra. Quedará bastante bien la calle porque se sigue manteniendo la licencia de los antiguos bares. Es una calle con potencial", termina Javier Lastra.