El diputado general de Álava, Ramiro González, ha asegurado ese martes que el próximo lunes se aprobará una orden foral, en coordinación con Gipuzkoa y Bizkaia, y en concordancia con el último decreto al respecto del lehendakari, para eliminar las restricciones establecidas para las residencias de mayores y dependientes en zona roja. La decisión se toma en un contexto de vacunación masiva y una afección muy reducida del covid-19 en las residencias, pese a que hoy mismo se ha conocido el fallecimiento a consecuencia del virus de una usuaria de San Prudencio.

Según González, en las residencias forales (San Prudencio es municipal) no hay positivos entre los usuarios y solo 11 trabajadores permanecen de baja por estar contagiados o ser contactos de personas infectadas. Por ello, las diputaciones y el Gobierno Vasco trabajan en "unas nuevas medidas de salidas y visitas para adecuarlas a la nueva situación. Hasta ahora -ha recordado González- los municipios en zona roja tenían restricciones que no había en los demás; la orden foral las va a eliminar y va a tratar de garantizar un mayor contacto entre residentes y familia y allegados".

Por otro lado, y para garantizar la mayor seguridad posible en estos centros, la Diputación alavesa está realizando cribados, mediante test PCR y de antígenos, entre trabajadores y usuarios que no se han vacunado porque "no podían, no debían o no querían", ha asegurado.

Según González, la de la vacunación "es una cuestión compleja" porque "hay una serie de derechos fundamentales y laborales de esas personas, y también está la necesidad de garantizar la seguridad de las personas que residen en esos recursos".

Por ello, estos cribados son "un buen instrumento para controlar el virus", en una estrategia general que va variando "en función de la situación sanitaria".