El remanente de tesorería del Ayuntamiento de Llodio ha sufrido un fuerte descenso en esta ocasión a consecuencia de la pandemia y la crisis que esta última ha ocasionado. De hecho, los ahorros se cifran en 3,8 millones -según dio cuenta en sesión plenaria la edil de Hacienda, Eva Marquínez- cuando el año pasado se situaron en 8,6 millones de euros.

Y es que los menores ingresos, especialmente por parte de Diputación Foral de Álava, han llevado a que se reciban menos importes forales. Algo a lo que hay que sumar también los gastos obligados y no esperados que ha forzado el covid-19, y que, en conjunto, han supuesto una reducción de ingresos de 2,8 millones.

Con todo, Marquínez subrayó que "pese a las dificultades que ha habido, se han cubierto todos los servicios básicos, teniendo en cuenta los incrementos derivados del covid, que han aumentado las partidas de limpieza, ayudas a empresas y a familias desfavorecidas". Asimismo, la responsable municipal de Hacienda en Llodio aprovechó la ocasión para destacar que "hemos cumplido la regla de gasto y la ley de estabilidad presupuestaria, y en 2020 se ejecutaron un 62% de las inversiones previstas, y el resto se abordará este año".

En este punto, este verano está previsto poner en marcha una mesa que contará con la participación de todos los partidos municipales con el objetivo de analizar el destino del remanente. No en vano, en agenda hay proyectos de fuerte calado económico, tales como la construcción del Antzoki de Altzarrate o la remodelación integral de la antigua residencia de ancianos.