La pandemia del coronavirus ha azotado a los notarios en la misma medida que lo ha hecho con otros profesionales. "La actividad ha bajado, pero como en el resto de sectores", indica el notario Luis Troyano de Lemos. Desarrolla su profesión en Agurain desde el año 2018 y durante este periodo de tiempo ha oficiado tres matrimonios y un divorcio en la localidad de la Llanada Alavesa.

"Los datos indican que, poco a poco, cada vez más gente decide casarse ante notario. En Euskadi, en 2015 fueron 12 las bodas escrituradas en notaría; en 2019, último ejercicio antes de la pandemia, los notarios tramitaron 376 enlaces matrimoniales. Y, a nivel estatal, 41.000 contrayentes se han casado en una notaría desde 2015", detalla.

"Los primeros meses de la pandemia sólo podíamos realizar documentos de carácter urgente, así que la bajada de trabajo fue importante", constata, en referencia a las consecuencias del covid. Una reducción de trámites que ha afectado en mayor medida, precisamente, a los enlaces matrimoniales porque, debido al coronavirus, muchos se han pospuesto, a la espera de que los contagios disminuyan, baje la incidencia del virus y las bodas puedan celebrarse de nuevo por todo lo alto, o al menos, lo más parecido a las nupcias de antes de la pandemia.

Menos compra-ventas

Pero la crisis sociosanitaria no ha afectado sólo a los casamientos. El trabajo también ha caído en las compra-ventas, "de todo tipo, pero fundamentalmente de viviendas", apunta Troyano de Loma. Y más cuanto más turística es una comunidad, ya que la cifra de transacciones que se realiza habitualmente es mayor.

Ahora, poco a poco, el movimiento en las notarías se va dejando ver, pero "sin llegar todavía al nivel anterior a la pandemia", reconoce. "Se estabilizará cuando se estabilice la situación epidemiológica", vaticina.

El propio Colegio Notarial del País Vasco publicó a mediados de marzo de este año la caída de las compra-ventas, los préstamos y la creación de sociedades: "en enero de 2021 retrocede el número de compra-ventas de viviendas un 12,2% interanual y su precio, un 1,7%", informaba.

Herencias y testamentos

En cambio, la llegada del coronavirus ha incrementado otro tipo de trámites ante notario, como los documentos relacionados con la aceptación de herencias, consecuencia del aumento de fallecidos provocado por el covid. "Sí, sí que lo hemos notado", asegura.

Igualmente, ha aumentado el número de ciudadanos que desde principios del año pasado ha dado el paso de acercarse a una notaría para dejar por escrito su última voluntad. "Es normal, cuando la gente vive algo así -una pandemia como la actual- decide que quiere dejar las cosas bien atadas y bien hechas mientras está en vida", señala. De ahí el incremento en la firma de testamentos.

De hecho, herencias y testamentos centran algunas de las preguntas ciudadanas más habituales que llegan a la página web del Colegio Notarial del País Vasco. Se trata de cuestiones como: "he pedido una copia del testamento de un pariente lejano y el notario me ha denegado la copia porque entiende que no tengo interés legítimo; tengo hecho un testamento y no sé si puedo cambiarlo o cómo hacerlo; o mis padres fallecieron sin testamento y nos sabemos qué tenemos que hacer ni ante qué notario acudir", por citar algunos ejemplos.