En esta ocasión, ¿qué ocurre con las personas que han estado en ERTE en la presente campaña de la declaración de la renta?

-Una de las medidas que hemos tomado es para aquellos trabajadores, ya estén en situación de ERTE o, en definitiva, tengan un segundo pagador -porque el SEPE también se considera segundo pagador-. En estas situaciones, uno de los elementos diferenciados de esta campaña de la renta es que hemos elevado el límite a partir del cual es obligatorio hacer la declaración -de 12.000 a 14.000 euros-. Pero luego, aquellos trabajadores que estén en esa franja -de 14.000 a 20.000 euros-, si el importe que han recibido de ese segundo pagador no supera los 2.000 euros, tampoco tienen que presentar esa declaración, con lo que llegaríamos al tope de los 18.000. Yo creo que esta es una de las medidas importantes, que no solamente está circunscrita a los supuestos de trabajadores en ERTE, porque puede haber ciudadanos y ciudadanas que, por diferentes circunstancias, se encuentren en una situación complicada y también reciban algún importe de retribución a través de un segundo pagador.

¿Se estima cuántas personas se encuentran en esa situación?

-No hay un dato homogéneo. Al fin y al cabo, algunas personas han estado dos meses en ERTE y otras más tiempo.

Han sido diferentes las medidas para ayudar a empresas, autónomos, trabajadores y ciudadanos. ¿Planean nuevas?

-Me gustaría destacar lo que hemos aprobado de forma más reciente, porque creo que son medidas con alcance, para los sectores que más están sufriendo las medidas para intentar reducir el impacto de esta crisis. Son tan relevantes como que vean reducidos los importes que están pagando por sus locales cuando están en una situación de alquiler. Se ha establecido un tratamiento fiscal para que los propietarios de esos locales de forma voluntaria hagan más fácil o más cómodo el poder hacer el pago por parte del arrendatario, de forma que reduzcan el importe del precio de esos alquileres. También para los propios locales que están realizando inversiones para mejorar su actividad, que van a tener un tratamiento fiscal importante de deducción. Son medidas importantes, así como que la Hacienda foral ha decidido facilitar el marco normativo a los ayuntamientos en el que, respetando su autonomía, consideren oportuno reducir la tasa que esos locales pagan por la recogida de residuos urbanos o por la ocupación de espacio público.