Quizás por esas dificultades optaron por exponerse a diario en las redes, dando cuenta de cada paso dado, con los pros y contras que ello conlleva. Haciendo balance del año y medio de legislatura transcurrido son muchas las cosas hechas y también las encauzadas, aunque también hay retos pendientes que, ahora, con el recién aprobado Presupuesto de 2021, intentarán sacar adelante.

Ni PNV ni PP les apoyaron en la aprobación de las Cuentas municipales para este ejercicio. ¿Incluyen alguna de sus propuestas?

-El PP no presentó ninguna y de las diez registradas por los jeltzales se ha incluido la concerniente a la elaboración de un plan municipal de sostenibilidad energética, que es una exigencia por Ley; así como, en parte, la que nos solicitaba diseñar un plan de refuerzo de la hostelería y comercio, con acciones que alivien las consecuencias de la pandemia. Algo que ya teníamos pensado seguir haciendo, echando mano del remanente de tesorería, una vez se liquide el Presupuesto 2020. Y digo, en parte, porque nos pedían eliminar los 6.000 euros que queríamos destinar a un proyecto de Udalbiltza en materia cultural y euskera, que sigue adelante con 4.500 euros, y con los 1.500 restantes se ha creado el fondo covid-19, que se ampliará en función de los ahorros que tengamos y las necesidades que se detecten.

¿En qué consiste ese proyecto cultural?

-Es una iniciativa novedosa en la que colaboran más de una veintena de pueblos de toda Euskal Herria, y de la que creo que somos el único representante alavés, a la que nos hemos querido sumar por lo que implica de revulsivo turístico para Artziniega, además de cultural y de impulso del euskera. Este 2021 va a ser de preparación, con lanzamiento de convocatoria a artistas de toda índole, que serán invitados a visitar cada pueblo para luego plasmarlo en un cortometraje, obra de teatro, coreografía, poesía o canción, por poner algún ejemplo, que en la segunda fase, prevista para 2022, llevarán en espectáculos a los pueblos implicados.

¿Y el resto de aportaciones jeltzales?

-Hablaban de partidas de refuerzo en limpieza y desinfección de zonas y espacios públicos por la pandemia o para repoblaciones forestales, entre un largo listado de inversiones como ejecutar el tramo de acera pendiente en Arteko Aldapa, mejorar el parking del polideportivo y la zona de isletas de El Palacio, construir un skatepark o crear una ludoteca infantil, que sabemos que son demandas vecinales y, por tanto, apuntadas en el listado de debes, pero cuando se propone también hay que señalar de donde se quita para poder hacerlo, y eso no se mencionaba. No obstante, insisto en que una vez sepamos de qué remanente disponemos, veremos qué actuaciones podemos abordar más allá de las recogidas en las Cuentas.

Durante el plazo de alegaciones al borrador presupuestario, también la población tenía la oportunidad de hacerles llegar propuestas. ¿Han recibido alguna?

-Sí, en concreto de dos vecinos que nos solicitaban desde un plan de apuesta turística general o dotar de farolas fotovoltaicas al paseo de La Teja, hasta vallar las aceras en la carretera foral de subida al cruce de Sojoguti. También el despliegue de la fibra óptica a industrias, que ya nos ha sido confirmado desde Telefónica, o dotar de aceras a los caminos del área industrial; demanda histórica y difícil de acometer, al ser suelo sujeto a cargas de desarrollo industrial. Todo ha sido apuntado para estudiar su viabilidad.

El Presupuesto aprobado es de casi 2,2 millones de euros y algo inferior al de 2020. ¿Qué implica para un municipio de 1.800 habitantes?

-En concreto son 2.186.563,08 euros, solo 36.000 menos que en 2020 y consecuencia de los 100.000 euros menos que vamos a percibir, finalmente, de financiación foral, pero en Artziniega hasta unos simples mil euros hacen pupa y ello nos ha obligado a ajustar y priorizar gastos, y a estar a expensas de lo que resulte de remanente (el año pasado algo más de 800.000 euros) para saber dónde aumentar o qué proyecto añadir a los recogidos, ya que este año es muy fuerte en materia urbanística. Hay que tener en cuenta que el Fofel suele ser la mitad de los ingresos que tenemos cada año en el municipio.

¿Cómo va la obra de las piscinas, infraestructura de donde sale parte de esa financiación municipal?

-Está a expensas de recepcionarla, una vez solventen un cambio en el revestimiento de la piscina pequeña, que se levantaba, y hagan las pruebas de funcionamiento para comprobar que todo está correcto de cara a la próxima temporada de baño estival. Ni que decir tiene que habrá sanción por demora.

Pese a los recortes han hecho esfuerzos en materia social.

-Sí, se ha aumentado la partida para mantener las dos jornadas y media que presta la trabajadora social, en lugar de la jornada y media anterior; y se ha establecido una partida nueva de 3.000 euros para casos urgentes de ayudas de emergencia social. Además, se ha aumentado en dos horas semanales la dedicación de la arquitecta y aparejador municipales, ya que vienen proyectos y obras importantes. En cualquier caso, asumimos que sigue siendo escasa la prestación de estos servicios técnicos cada vez más demandados. Otras partidas que queremos aumentar, aunque sea poco a poco, son las de Igualdad, Euskera, promoción de actividades turísticas y comerciales, u obras y reparaciones.

Y en materia cultural, ¿cual es la apuesta del Ayuntamiento?

-Además del proyecto con Udalbiltza ya citado, se mantiene tanto la partida anual de 6.000 euros para actividades culturales como la de igual cuantía correspondiente a subvenciones a asociaciones que, en este pueblo, con un margen de maniobra presupuestaria tan justito, lo son todo. Sin ellas no habría ni fiestas, ni citas míticas como la Karpy, el Motorshow o el Mercado de Antaño, que a ver si es posible hacerlo este año, y al que se le quiere dar una vuelta absoluta mediante participación ciudadana.

¿Y alguna propuesta más?

-No descartamos abrir cauces telemáticos, como el que acabamos de lanzar para el diseño de la futura zona deportiva, y que queremos extrapolar a otras materias como la puesta en común del plan de revitalización comercial y turística, o el debate sobre la futura gestión del agua, tras la disolución del Consorcio de Aiaraldea.

Mucha apuesta por la participación ciudadana...

-Otra cosa no, pero este equipo de gobierno ha apostado desde el primer día por exponerse al público, y eso implica que la gente opine para bien y para mal. Este Ayuntamiento ya no es un castillo inaccesible, por el que solo puedes votar cada cuatro años.

"Estamos a expensas de recibir la obra de las piscinas. Todavía deben solventar algún cambio en la pileta pequeña”