Aroa, Katherin, Fátima, Yurdan, Yassin y los mellizos Mikel y Eneko trabajan a sus 11 años en la creación de una aplicación (app) móvil con la que retan a la ciudadanía a llevar una vida más activa y practicar ejercicio físico de forma gratuita, sin tener que matricularse en un gimnasio, y así romper con esta era de sedentarismo en la que está instalada la sociedad, acuciada, ahora, por la pandemia sanitaria y la excesiva exposición a pantallas de televisiones, ordenadores, móviles y tablets.

Bastida Sport, Bastida Sportcomo han bautizado a la app, funciona mediante códigos QR y a finales de abril estará lista para que vecinos no sólo de Labastida sino de cualquier pueblo o ciudad puedan utilizarla e, incluso, completarla proponiendo nuevos ejercicios que se puedan practicar al aire libre. "Basta con que identifiquen el lugar o el mobiliario elegido, se saquen una foto mostrando el ejercicio y la envíen", explican.

Este "equipazo" -como lo define su entrenadora- ya ha identificado una quincena de espacios (bancos, escaleras, escalones, suelo, pared, cadenas, cuestas, barandillas...) en los que trabajar seis partes del cuerpo, fundamentalmente (piernas, glúteos, abdomen, brazos, espalda y cardio) mediante el ejercicio más apropiado para cada una de ellas: sentadillas, flexiones, abdominales, tríceps, zancadas, saltos, estocadas, etc. A continuación, graban los vídeos tutoriales a incluir en la app.

Bajo la batuta de la profesora y educadora social Estibaliz Trinidad, estos siete alumnos de 6º de Primaria están "entusiasmados" con este desafío con el que se van a presentar el 8 de mayo en la liga de ciencia y tecnología First Lego League para competir entre 43 equipos de 31 centros educativos, entre ellos, los escolares de Elburgo, ya que ambas localidades representan este año a Álava. Mientras, asisten al programa formativo de Innobasque, en el que colaboran la Universidad de Deusto, Mondragon Unibertsitatea y Fomento San Sebastián. "Queremos subirla a la Red para que todo el mundo se la pueda descargar, utilizarla y valorarla antes de la competición. Y también para que sirva de base de datos al Ayuntamiento porque en Labastida, los niños tienen pocos espacios para jugar, de hecho ni campo de fútbol, que es la infraestructura más común y eso que llevan años pidiéndolo", explica la entrenadora.

Mucho esfuerzo

La tarea exige su esfuerzo. "Es muchísimo trabajo, ten en cuenta que no se trata sólo de pensar un proyecto sino de hacerlo realidad. Es tener una idea y plasmarla. Además, son los más pequeños y compiten con chavales de 16 años", indica Estibaliz.

Aun así, los escolares se organizan como un gran equipo. "Se ayudan mucho, aunque también tienen sus piques". También se dividen las tareas en función de lo que mejor se les da. Fátima se encarga de la parte de los estiramientos. "Tiene un tío atleta y le ha preguntado qué calentamientos son necesarios...". Aroa, por ejemplo, de los tríceps. "Está súper implicadísima. Es impresionante y, además, le encanta la robótica; bueno, en general, lo que le gusta es aprender". A Mikel le gusta mucho el deporte, pero también la parte científica del proyecto. "Es muy voluntarioso para todo y desempeña también tareas de organizador". Su hermano Eneko es muy ágil y habilidoso y no le cuesta nada hacer los ejercicios más complejos. "Alucino con todos los tipos de flexiones que hace", se asombra la entrenadora.

Katherin muestra cómo realizar sentadillas de forma correcta y es la responsable de la parte de los valores. "Luego, se los explica al resto". Yurdan se encarga de resetear la mesa del robot, de que esté todo en orden, cargada la tablet... "Lo que más le gusta es la robótica". Igual que a Yassin, cuya función es ser el mecánico del robot. "Arreglar una pieza si falla o decidir si es mejor poner esta rueda o esta otra...", relata Estibaliz.

No cabe duda de que la entrenadora está "orgullosa" del funcionamiento de su equipo y de las satisfacciones que les aporta un proyecto educativo como éste. "También es mucha presión; a veces, estoy que me subo por las paredes, sobre todo, a medida que se acerca la fecha de la competición, pero luego les veo tan contentos e implicados, cómo recuerdan cada momento a tiro pasado... Y está guay cuando los más peques del colegio se acercan y me dicen: que dentro de cuatro años me toca lo de robótica contigo, ¡eh! Están deseando".

Y es que, además del proyecto científico, la creación de la app, en este caso, el desafío tiene otros dos pilares fundamentales. De un lado, la parte robótica, con un tablero con piezas tipo Lego que simulan objetos relacionados con el deporte sobre el que los chavales tienen que programar e ir completando misiones. Y de otro, el pilar educativo y de aprendizaje en valores. "La parte de la robótica les aporta muchísimo, con el robot ven mucho más claro cualquier concepto de matemáticas que estudian en clase, por ejemplo".

poco ejercicio físico

Más allá del aprendizaje en contenidos, Estibaliz subraya que su objetivo es que "sean capaces de ser críticos con lo que oyen, que escuchen distintos puntos de vista y opiniones y no se crean lo primero que les dicen; que tengan nuevas ideas, capacidad para crear y una opinión propia", enumera.

Explica Estibaliz que "los escolares son conscientes, y con el covid más, de que la gente no se mueve mucho y hace poco ejercicio físico. Tampoco ellos. De hecho, cuentan que antes de la pandemia llegaban de clase a casa, cogían la merienda y se iban a la calle con las bicis. En cambio, durante el confinamiento, al no poder salir, reconocen que se pasaban el día con el móvil, y que cuando se meten en un juego, cada vez les apetece más y más".

En el proceso de creación de esta aplicación de ejercicio físico saludable, los alumnos han contado con la formación impartida por Mikel Urbano, de Active Parks, una app puesta en marcha hace un año que digitaliza los parques y aparatos de actividad de los municipios para que puedan usarlos de forma guiada y monitorizada los usuarios, sin necesidad de tener un entrenador de actividad física por persona. A los chavales les gustó la idea de poder practicar ejercicio físico en un parque al aire libre. "Si es como la nuestra. Y eso que la han creado mayores y con más estudios", decían. "Eso les enorgullece, les hace sentir que están haciendo algo con lo que pueden ayudar a los demás y enseguida se vienen arriba", bromea Estibaliz.

En su proceso de aprendizaje también han escuchado a profesionales y catedráticos del deporte. Y cuentan, además, con el asesoramiento de la empresa Mercedes. "Nos echa una mano con la parte de la robótica, asesoran a los alumnos sobre cómo crear una aplicación y qué hay que hacer para subirla a la Red, que es lo que más les cuesta a los niños. Además, nos patrocinan con camisetas", apunta la educadora social.

"Son conscientes de que la gente hace poco ejercicio físico y con el covid, menos"

"Crear una app conlleva mucho esfuerzo. Son un equipazo. Estoy muy orgullosa"

estibaliz trinidad. Profesora y educadora social