Esta semana ha reabierto el rocódromo de Ariznabarra, una instalación que desde el pasado 11 de enero ha sido sometida a diferentes obras de renovación. Los trabajos, con un coste global de 36.901 euros, han permitido sustituir diferentes elementos que necesitaban ser repuestos como paneles, plaquetas y sistemas de descuelgue.

También se han reforzado estructuras metálicas y arreglado defectos en aquellos soportes que no necesitaban ser reemplazados. La intervención más importante se ha realizado en tres de las cuatro verticales del rocódromo, donde se han realizado trabajos por un valor cercano a los 23.000 euros.

Son unas obras que han llegado tras una minuciosa revisión llevada a cabo tanto en este rocódromo como en el de Hegoalde. En este último recinto ya se acometieron diferentes mejoras valoradas en 17.000 euros.

Recuperar los horarios

La reapertura de Ariznabarra permite recuperar los horarios habituales en los rocódromos de Salburua y Hegoalde, que han ofrecido un horario ampliado durante el cierre de Ariznabarra.

El rocódromo de Ariznabarra se configura con un muro de escalada con 420 metros cuadrados de superficie escalable (50% vertical y 50% con desplomes). Las medidas del muro son 40 metros de largo y 9,5 metros de alto. Cuenta con 62 vías de diferentes grados de dificultad y cuerdas dispuestas en todos los descuelgues.

"El esfuerzo continúa"

"Comenzamos el año con una inversión de 91.000 euros en la mejora del equipamiento de las instalaciones deportivas municipales y el esfuerzo continúa, en esta ocasión, con la renovación del rocódromo de Ariznabarra, para seguir ofreciendo el servicio de calidad que caracteriza a nuestra red de equipamientos", ha señalado la concejala de Deporte y Salud, Livia López.