A sus 101 años casi recién cumplidos, Mari Carmen Ladrón de Guevara fue ayer la primera centenaria alavesa no institucionalizada en recibir la vacuna contra el covid-19. Lo hizo, además, de una forma nunca antes ensayada en el territorio, sin salir del vehículo en el que llegó acompañada por dos de sus hijos hasta el HUA-Santiago, donde se encuentra instalado esta suerte de vacunauto que va a ser utilizado en esta nueva fase de la campaña. El pinchazo, realizado por personal de Osakidetza a través de la ventanilla del copiloto, no le dolió "nada", según confesó pocos minutos después esta oriunda de Ordoñana.

Junto a Mari Carmen, que fue vacunada poco después de las 14.00 horas, otros 17 vecinos mayores de 100 años recibieron a lo largo de la tarde en el mismo punto la primera dosis del preparado de Pfizer/BioNTech contra el coronavirus, el que se inyectará junto al de Moderna a todos los mayores de 55 años en Euskadi. En primera instancia a los centenarios, un grupo compuesto por 1.800 personas en toda la comunidad.

De aquí a mañana, serán inmunizadas en total cerca de 60 personas mayores de 100 adscritas a la OSI Araba, la mitad de ellas en Santiago y el resto en sus domicilios. Una veintena más ya han sido vacunadas previamente por ser usuarias de residencias de personas mayores, el primer colectivo establecido en el orden de prioridades de Osakidetza junto a los profesionales que las atienden. Fuera de la OSI Araba, el Servicio Vasco de Salud ha instalado sendos puntos de vacunación más tanto en el centro de salud de Laudio como en el Hospital de Leza.

Los pacientes que abrieron la vacunación ayer en el HUA-Santiago fueron repartidos en tres turnos de seis personas para aprovechar esa media docena de dosis que pueden extraerse de cada vial de Pfizer. El primer grupo estuvo, curiosamente, integrado en su totalidad por mujeres, que valoraron al unísono la comodidad de este novedoso sistema. También, sus allegados.

Áurea García, que pronto cumplirá los 101 y también llegó acompañada al hospital por dos familiares, y la vitoriana Pepi Armentia siguieron los pasos de Mari Carmen en intervalos de aproximadamente diez minutos. "Ha estado todo muy bien, la verdad. Pero siempre nos atienden bien. Y ella ha estado tan tranquila, como si no pasara nada", celebraba Esperanza, hija de la primera.

"Ya está hecho", exclamó mientras tanto Pepi, que mientras esperaba los 20 minutos de rigor para poder abandonar el hospital una vez comprobado que no sufría efectos adversos se confesaba "con ganas de comer". "De esa enfermedad sí he padecido mucho. Siempre he tenido apetito. Así es la cosa", bromeaba.

José Mari, hijo de Pepi y situado al volante del vehículo, se mostraba también satisfecho y tranquilo por este primer paso hacia la inmunidad dado por su madre, que justo la semana que viene va a alcanzar la edad de 101 años y sigue llevando una vida bastante activa.

¿Algún consejo para prevenir el coronavirus? "Hay que llevar mascarilla", apuntaba Pepi parafraseando a su hijo, con el que reside. Y para estar bien, una vida activa, como la que ella lleva. Aunque los paseos, "sentada en el coche mejor, porque se estropean menos los zapatos y eso es una economía", reconocía entre risas. Posteriormente, fueron vacunadas en este primer turno otras tres vecinas centenarias, como Maura Curiel o Basi Maestre, esta última la más veterana del grupo a sus 104 años.

Ninguna de ellas sufrió efectos secundarios al recibir la dosis y fueron abandonando el parking delantero del hospital gasteiztarra, reservado para las ambulancias, como habían llegado: tranquilamente sentadas en el coche y escalonadamente. El proceso se reanudará hoy en el centenario recinto con otros -también centenarios- pacientes y seguirá avanzando con otros colectivos integrados en estos compases iniciales de la vacunación contra el covid-19, mediatizado por la escasez de dosis.

La primera. A sus 101 años casi recién cumplidos, Mari Carmen Ladrón de Guevara fue ayer la primera centenaria alavesa no institucionalizada en recibir el preparado de Pfizer contra el covid-19 en el 'vacunauto' del HUA-Santiago. Formó un primer grupo de seis pacientes, todas mujeres, que llegaron al hospital acompañadas por familiares.

En Santiago y en casa. De aquí a mañana, serán inmunizadas cerca de 60 personas mayores de 100 años adscritas a la OSI Araba, la mitad de ellas en Santiago y el resto en sus domicilios. Una veintena más han sido ya vacunadas anteriormente por ser usuarias de residencias de personas mayores. Álava cuenta también con otros dos puntos de vacunación -convencionales- en Laudio y Leza.

Hija de Áurea, la segunda centenaria en ser vacunada en Santiago, valoró tanto la comodidad del espacio como la buena respuesta de su madre a la vacuna.

Esta vitoriana que acudió al centro con su hijo dio buenas muestras de su sentido del humor tras recibir la primera dosis.

104

Años tiene Basi Maestre, la alavesa más veterana del primer grupo de centenarias que se vacunó ayer en Gasteiz.

Casos por cada 100.000 habit.

ARABA275,78

CAV307,36