Zuia aprobó hace unos días el presupuesto más ambicioso y de mayor consenso de los últimos años en el que la oposición y los propios vecinos han podido plantear sus ideas para mejorar la calidad de vida en ese municipio.

-Hemos intentado que sean los presupuestos más normales después de este año pasado que ha sido complicado. Pero es verdad que si sumamos a este presupuesto el paquete de inversiones que hemos aprobado en el mismo Pleno tendría que reconocer que es el presupuesto más amplio y más completo de las últimas legislaturas.

Una de las singularidades del presupuesto de Zuia es que desde hace años se abre a la participación ciudadana. ¿Cómo surgió?

-Llevamos nueve años intentando que la ciudadanía seda más partícipe y vea más cercano el tema de los presupuestos. Estos últimos ocho años hemos estado nosotros, como equipo de gobierno, dedicados a explicar la propuesta de presupuestos a todos los concejos, pueblo a pueblo. Pero este año, dadas las circunstancias de la pandemia y la imposibilidad de juntarnos, buscamos otras opciones y se nos ocurrió seguir modelos que ya aplican otros ayuntamientos e hicimos durante dos semanas una consulta a la ciudadanía de a qué destinaría una partida de 15.000 euros. De esa participación hemos recogido algunas propuestas.

¿Qué balance hace de esta iniciativa?

-Este año hemos recogido 23 propuestas, de las cuales, tres de ellas, se han incluido en esa partida de 15.000 euros y otras quedan incluidas en partidas ya existentes, ya que muchas de ellas son temas de mantenimiento de algunos espacios que ya estaban en el presupuesto, o algunas inversiones que ya figuraban.

De las tres aprobadas, una de ellas es habilitar un espacio para dejar muebles y enseres.

-Tenemos ya un servicio de recogida de voluminosos y enseres cada quince días, pero sí que vemos a veces que, por comportamientos incívicos de gente del municipio y de otras localidades que viene aquí a dejar esos enseres, nuestras calles están llenas todas las semanas de ese material. Por eso se propuso habilitar un sitio específico, controlado por el ayuntamiento, para que los ciudadanos puedan ir de forma organizada a depositar allí los enseres y que no estén tirados por las calles.

¿Esa no debería ser tarea del servicio de retirada de voluminosos?

-Actualmente es una prestación que la Diputación de Álava tiene en pequeños municipios, como son los colindantes nuestros, Urkabustaiz y Zigoitia, a través de lo que se llama un punto verde rural móvil. Nuestra intención, para Zuia, es solicitar a la Diputación que haga lo mismo aquí, pero ante una posible negativa hemos querido, al menos, recoger la partida y con fondos públicos hacerlo. Pero nuestra intención es solicitar a la Diputación que sea ella quien preste ese servicio, como lo hace en otros municipios.

Otra de las propuestas recogidas es muy singular: el regalar luces a los estudiantes.

-Así es, aunque aún está por definir. Nos han pedido intentar concienciar, hablar o buscar mecanismos porque es verdad que, al instituto, a Secundaria, muchos de los alumnos van en bicicleta y los días de invierno, que amanece tarde, es bastante peligroso encontrarte en la carretera con ellos. Por eso nos han pedido que busquemos la manera de dotarles de algún tipo de señal. De momento hemos acordado iniciar una campaña, junto con el instituto, y que sean los propios chavales y chavalas quienes decidan qué tipo de luminoso quieren llevar: un casco, reflectantes o luces. Buscamos que haya el mayor acuerdo con el medio y que lo utilicen el máximo posible. Ese es el objetivo.

La última propuesta contemplada es habilitar un espacio para los restos de poda.

-Si, porque al final, lo que vemos en el servicio que tenemos de recogida de material verde y de poda, es poco civismo y lo que observamos es que hay lugares que no llegan a ser estercoleros, pero si montones de cosas que no son ni de poda ni de jardinería. Lo que se quiere hacer es una campaña de buenas prácticas y de civismo, de cara a esos puntos, para evitar que en un momento dado se tengan que retirar y dejar de prestar ese servicio.

Además de estas inversiones basadas en las propuestas. ¿Cuáles son los proyectos municipales para este año?

-Hay básicamente dos bloques. Uno es la ambición que tiene este equipo de gobierno para desarrollar un proyecto importante como es la adecuación de ocho viviendas de alquiler social, a través de la rehabilitación de un edificio que ya tenemos. Esta es una idea en la que llevamos trabajando varios años y queremos materializar en este ejercicio.

¿El otro bloque tiene principalmente temas acordados con la oposición?

-Así es. Junto a ese bloque, hemos incorporado algunos temas de la oposición, de Zuia Bai. Son temas que hemos retomado de ejercicios anteriores, como es el caso de reinvertir casi 200.000 euros en arreglar o sanear lo que es la conducción de abastecimiento de agua desde la captación a nuestros depósitos, porque lo que nos podemos encontrar cualquier día, ya que son tuberías muy viajas, es que se rompan o tengan fugas y sería complicado abastecer agua a la gente. Este año, la oposición nos pidió incluir una partida de 200.000 euros para mejorar ese servicio. Junto a ello se ha planteado la reposición de un tramado de lo que es la red de saneamiento del municipio, también por un importe de 180.000 euros. Son algunos de los proyectos para este año.

Llama la atención, porque no es frecuente, que se hayan tenido en cuenta propuestas de la oposición, aunque cuenten con mayoría absoluta.

-En esta última legislatura ostentamos mayoría absoluta y, como se dice, podríamos pasar el rodillo, pero es algo con lo que nosotros ni comulgamos, ni practicamos. Nosotros preferimos que los presupuestos tengan el mayor apoyo y consenso y recojan la mayor cantidad posible de ideas de todo el mundo. Este año caso conseguimos que fuera un voto unánime y no lo logramos porque el Partido Popular voto en contra, pero sí hemos logrado que el otro grupo, Zuia Bai, con la recogida de sus aportaciones e ideas, diera el voto a favor. Creo que es buena imagen de ayuntamiento, de corporación, el sacar los presupuestos con la máxima responsabilidad y el máximo apoyo posible de todos los grupos.

En este presupuesto se echa en falta alguna referencia al proyecto de arreglo del edificio de los Paúles como centro escolar.

-No hay nada, porque está parado. Cuando nosotros hemos tenido que poner dinero para ese proyecto lo hemos hecho y en los últimos diez años hemos invertido tres millones y medio de euros para conseguir ese ansiado centro. Ahora el balón está encima del tejado del Departamento de Educación del Gobierno Vasco pero, lamentablemente, vemos que para ellos no es prioritario y tienen el proyecto invernando porque no vemos avances, ni tenemos ningún tipo de comunicación.

¿Pero había compromisos para licitar el proyecto?

-Si, compromisos hay, pero también un dicho: que estos se los lleva el viento. Conmigo llevan ya casi nueve años y para mi gusto va demasiado lento y no sé si eso es intencionado. Pero demasiado lento.

Lo que sí aparece en el presupuesto es la venta de un solar de la parcela de Paúles.

-Allí hay una serie de parcelas urbanas que a nivel nacional tiene más sentido para la venta, para construir algún tipo de vivienda, que para uso nuestro como Ayuntamiento. Ese tipo de parcelas la intención es sacarlas a subasta para que cualquier vecino de Zuia, u otros municipios, pujen por ellas y puedan construir sus casas en esas parcelas.

Por último, ¿se ha previsto apoyo en 2021 para los sectores afectados por el covid-19?

-Sí. Hemos contemplado una partida de 50.000 euros para subvencionar a todo aquel tejido o agentes sociales que estén más castigados. Es una partida que va a estar siempre viva y si a la hora de sacar la convocatoria vemos que la demanda es mayor la complementaremos para llegar a todo el tejido socioeconómico.