- El Departamento de Salud modificó el protocolo de la campaña de vacunación frente al coronavirus para evitar el uso indebido de las dosis suministradas a los centros sanitarios, de forma que se pone a la cola a los representantes sindicales y se retrasa la inoculación a quienes hayan pasado la enfermedad. Este protocolo, fechado el pasado miércoles, fue difundido tras las vacunaciones irregulares en los hospitales vizcaínos de Santa Marina y Basurto, por las que cesaron sus gerentes. En el primero se vacunó a toda la plantilla, incluidos varios sindicalistas, religiosos, trabajadores de la cafetería, de una empresa de vending y de otra de mensajería.

El viceconsejero Quintas no quiso entrar ayer a valorar el escándalo de las vacunaciones irregulares pero aseguró que “en mi opinión, el protocolo estaba claro desde el principio, pero con esta actualización, efectivamente, queda todavía más claro quién debía vacunarse y quién no”.

Por el caso del Hospital de Santa Marina, CCOO cesó a su delegada, mientras que ELA y UGT defendieron que sus representantes recibieran la dosis que se les proporcionó.

Para evitar estos casos, el nuevo protocolo establece que tanto los representantes sindicales como los delegados de prevención “figurarán en la última prioridad” para vacunarse, al igual que todo el personal sanitario que no atiende a pacientes, “salvo los profesionales con liberación a tiempo parcial, en cuyo caso se le ofertará la vacunación con la prioridad de su servicio o unidad de referencia”, señala la nuevahoja de ruta.

A los trabajadores del Servicio Vasco de Salud que hayan pasado la enfermedad de forma reciente se recomienda retrasar la vacunación al menos seis meses, sobre todo a menores de 55 años y sin condiciones de riesgo. Osakidetza explica que esto se debe a la “actual disponibilidad de dosis” y a “la evidencia de la inmunidad tras la infección, como se constata por la baja frecuencia de reinfecciones”.

“En principio no hay contraindicación en administrar la vacuna a personas que hayan padecido la enfermedad o presenten anticuerpos frente a ella”, aclara Salud, que insiste, no obstante, en que se debe retrasar la vacunación en estos casos. Cuando en un centro sanitario haya dosis sobrantes se aplicarán al personal de primera línea de atención que esté trabajando en ese momento y que tenga “disponibilidad inmediata y voluntaria”.

No se ofertará la vacunación a los trabajadores que estén en situación de Incapacidad Temporal, excedencia u otra situación de inactividad, a quienes se vacunará cuando se reincorporen, siguiendo la prioridad establecida para el resto del personal del Servicio Vasco de Salud.

La polémica generada por las irregularidades detectadas, -que también provocaron la dimisión de dos directivas de la OSI de Debabarrena-, llevó a la oposición en el Parlamento Vasco a pedir la dimisión de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.

Un hito. Los institutos BioCruces Bizkaia y BioDonostia comenzaron la selección de voluntarios para participar en el ensayo clínico que probará la vacuna desarrollada por la farmacéutica alemana CureVac. Euskadi aporta dos de los tres centros seleccionados a nivel estatal -el tercero se encuentra en Madrid- y hasta 2.000 participantes de los 30.000 necesarios en el mundo, lo que supone un “hito” en la investigación sanitaria vasca. Esta nueva vacuna, que ya está en la fase final y muy cerca de ser comercializada, tiene exactamente el mismo funcionamiento que las que distribuyen Pfizer y Moderna.