- La cosecha 2020 ha sido finalmente una añada de calidad, a pesar de las incertidumbres que afectaron la evolución del viñedo a lo largo del ciclo vegetativo en un año complejo marcado por la pandemia. Las impresiones sobre la calidad de los vinos elaborados son muy positivas, ya que los primeros descubes han mostrado vinos tintos que estacan por su "gran potencial aromático, equilibrio y buena estructura" y en los que sorprende, sobre todo, "un tanino muy hecho, muy redondo", ha asegurado el director del órgano de Control del Consejo Regulador, Pablo Franco.

Según confirma la newsletter del Consejo Regulador, el volumen de uva elaborada en la Denominación de Origen Calificada Rioja en la vendimia 2020 por un total de 583 bodegas ha sido de 410 millones de kilos (190,14 millones en Rioja Alta, 125,47 en Rioja Oriental y 94,28 en Rioja Alavesa), de los cuales 363,88 millones de kilos han sido de uvas tintas y 46,28 de variedades blancas.

Los estrictos protocolos de seguridad que se han tenido que implantar a causa de la covid-19 han complicado la logística en el campo y en las bodegas de "una vendimia atípica que será recordada como una vendimia segura donde el único objetivo común ha sido el de proteger la salud de los temporeros, los trabajadores y los visitantes", afirma el director general del Consejo Regulador, José Luis Lapuente. "En un momento tan crítico como esta vendimia de 2020 era absolutamente necesario diseñar protocolos que establecieran procesos seguros y a su vez garantizaran agilidad para los operadores", dice. "Estos protocolos de seguridad también han sido implementados en laboratorios y en viñedos, donde se ha generalizado el aislamiento de los grupos de trabajo mediante turnos, creando comunidades burbuja de individuos que no comparten espacios ni horarios", explica Lapuente.

La newsletter del Consejo también refleja que los vinos de Rioja tuvieron en 2020 una caída del volumen de ventas entorno al 10% respecto al año anterior, descenso que será de un 12 a un 13% en la facturación.

Para el director general del Consejo Regulador, José Luis Lapuente, aunque "la situación no es igual para todas las bodegas, ya que las más dependientes de la hostelería han sufrido mucho, el sector ha demostrado madurez reduciendo oferta, con acuerdos para amparar menor producción y para diferir ante un mejor escenario las nuevas plantaciones". Por todo ello, aunque los números no van a ser buenos para un ejercicio normal, "se puede decir que hemos salvado los muebles".