- Las restricciones de la movilidad derivadas de la pandemia han cortado las alas de las agencias de viajes. Una situación que les ha dejado "agonizando", con caídas de ventas del 90%, cierres parciales y trabajadores en ERTE, por lo que ayer representantes de estos negocios decidieron hacer la primera concentración del sector en Álava, frente a la sede de Vitoria del Gobierno Vasco, maletas en mano, bajo el lema Sin movilidad no hay actividad. Un grito de auxilio para remontar su vuelo en el que reclamaron "un rescate en condiciones".

En concreto, lo que piden son ayudas directas e inmediatas en base a cantidades proporcionales a la carga de gastos que han soportado durante todos estos meses, que los ERTEs y ayudas a autónomos se apliquen durante el año 2021, exoneración de la cuota del 100% de la Seguridad Social a cargo de la empresa y la modificación urgente de la Ley de Viajes Combinados.

Un SOS al que ya ha respondido el Gobierno Vasco, dado que su Departamento de Turismo y Comercio acaba de anunciar que va a impulsar un plan de sostenimiento del turismo basado en dos pilares: ayudas directas económicas y promoción, respondiendo así a las necesidades y contenidos que el propio sector le planteó en diciembre en unos encuentros, incluyendo también a las agencias de viajes. La intención es aprobar en la máxima brevedad este plan, posiblemente durante el consejo de gobierno de finales de este mismo mes o principios del que viene, como especificó ayer a este diario el Departamento de Javier Hurtado.

En la mente de todos está evitar la bajada para siempre de la persiana de agencias tan míticas como Viajes Irache, de la calle Gorbea, que, muy a su pesar, cesó su actividad presencial desde el 31 de diciembre, como ya informó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Y no es la única que lo baraja, como destaca Ane González, empleada en ERTE de Viajes Samarkanda (Domingo Beltrán, 13), abierta en 2004, que ayer, altavoz en mano, denunció que las agencias de viaje "son ahora mismo el sector económico de este país más afectado por el cierre de fronteras, aparte de estar muy pocos valorados. No hemos recibido ayudas. Llevamos desde el mes de marzo trabajando para devolver dinero, para repatriar clientes y pelear porque les devuelvan a todos hasta el último céntimo. Ahora, el Gobierno Vasco va a dar alguna ayuda y el jueves 21 vamos a tener una reunión con el alcalde de Vitoria para pedir ayudas, pero hemos sido los primeros en caer y vamos a ser los últimos en levantar".

González detalla que dos o tres agencias ya han bajado la persiana para siempre, "pero creemos que van a caer más porque si no reciben ayudas no pueden pagar el alquiler o la luz. Ni nada. Nuestras ventas han caído un 90%. Lo que no queremos es que no cierren las agencias y menos las independientes. Nosotras cotizamos aquí, pero hay otras que operan por internet, como Booking, que lo hacen en Holanda. Se nos tiene que valorar más como agencias de viaje".

Otra de las que se encontraba ayer en la movilización era Rosa Vega, gerente de la agencia de viajes independiente Viajes Arana Travel (que lleva 16 años en la calle Arana), "porque necesitamos ayudas. No se nos ha tenido en cuenta en toda la pandemia, pero si no tenemos movilidad, no tenemos materia prima para trabajar". Por ello, califica la situación de "muy extrema", porque "ya estamos al límite", puesto que no han tenido ingresos en todo el año, "y tenemos que pagar los gastos como los podamos, con nuestro colchón", ya que "tuvimos que hacernos cargos de repatriaciones, trayendo a la gente a la casa, pero poniendo nosotros el dinero. Y todavía, casi un año después, estamos esperando las devoluciones de mayoristas que en muchas ocasiones no van a proceder".

Viajes El Caminante, lleva 22 años abierta en la calle Domingo de Beltrán de Gasteiz, pero su director Juanma Granjo nunca había vivido una situación remotamente parecida a la de esta pandemia del coronavirus. "Yo he venido para pedir los derechos que creíamos que teníamos que tener. Unas ayudas directas porque es un sector muy golpeado. Todo lo que teníamos vendido antes de la pandemia ha habido que devolverlo. Yo llevo desde octubre-noviembre trabajando gratis y pagando todo lo que hay que hacer. La diferencia con respecto a otros sectores es que en marzo todos nos fuimos a casa, pero nosotros tuvimos que devolver todo lo trabajado antes. He tenido que hacer más de 130.000 euros en devoluciones de viajes". Y pese a ello, Granjo tiene la esperanza de que la situación mejore en verano, "los clientes también tienen ganas. Los que han podido seguir trabajando nos dicen que la hucha está llena porque ahora están ahorrando".

Igual de mal asegura que lo está pasando Belén Sacristán, dueña de Judimendi Bidaiak (Polvorín Viejo, 9), abierta en 2003, ya que ha tenido también que "parar en seco y devolver todas las ventas que teníamos de 2019 porque teníamos vendido ya Semana Santa y verano para conseguir buenos precios. Estamos continuamente trabajando sin facturar nada".

Teniendo en cuenta esos "ingresos cero" y que está tirando de ahorros personales, se planteó cerrar un año, pero la asesoría les dijo que era imposible, "no existe la posibilidad de ese cierre temporal porque pierdes la licencia". Pero, por suerte, no tiene que hacer frente al alquiler del local, al haberlo adquirido con sus ahorros.

"Estamos continuamente trabajando sin facturar nada"

Judimendi Bidaiak

"Hemos sido los primeros en caer y vamos a ser los últimos en levantar"

Trabajadora Viajes Samarkanda

"He tenido que hacer más de 130.000 euros en devoluciones de viajes"

Viajes El Caminante

"Si no tenemos movilidad, no tenemos materia prima para trabajar"

Viajes Arana