l acuerdo in extremis alcanzado entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido sobre su relación tras el brexit ha supuesto un alivio para el tejido empresarial alavés, que tiene en el mercado británico el tercer destino mundial de sus exportaciones. Sólo en el año 2018, que marcó el récord histórico en esta fluida relación comercial, éstas alcanzaron un valor de 579,7 millones de euros, según los datos en poder de la Cámara de Comercio e Industria de Álava. Sin embargo, como sucede en todo proceso de cambio, éste no va estar libre de dudas e incertidumbre, teniendo además en cuenta tanto su enorme magnitud como el impacto económico derivado de la crisis del covid-19.

El sector del automóvil, con Mercedes Benz a la cabeza, es el que más va a notar en el corto plazo las consecuencias de la salida de Gran Bretaña de la UE, por mucho que se haya evitado ese abismo de un brexit duro. Sólo hasta octubre del pasado 2020, las exportaciones de vehículos de Álava al Reino Unido alcanzaron un montante superior a los 153 millones de euros, aun habiendo sufrido una merma de más del 50% respecto al mismo periodo de 2019 debido, principalmente, a la pandemia.

Por este enorme peso en el comercio bilateral y por ser uno de los sectores que más están sufriendo las nuevas restricciones derivadas del brexit, éste va a ser “sin duda” el más perjudicado por la ruptura, según reconoce en declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA María Fernández de Romarategui, responsable del área de Internacionalización de la Cámara de Álava. Y eso que gracias al pacto comercial con el Reino Unido la automoción alavesa ha logrado evitar unos aranceles medios del 10% para sus exportaciones, que finalmente serán libres de dichos impuestos y de las cuotas, que se establecen en función del volumen máximo de cada producto.

Pese a la “muy buena noticia” que, según Fernández de Romarategui, ha supuesto el acuerdo, el segundo sector que a día de hoy más exporta desde Álava a Gran Bretaña, el de las bebidas, también asiste a este terremoto geopolítico con una moderada inquietud. Las transacciones al Reino Unido superaron en los diez primeros meses del año pasado los 35 millones de euros, con un peso predominante para el vino. Y a pesar de la pandemia, crecieron un 15,25% en comparación con las cifras de enero a octubre de 2019, lo que permitió a este sector arrebatar ese segundo puesto del ranking al del caucho y sus manufacturas, que tiene en la provincia a Michelin como líder absoluto. El británico es, además, el mercado más importante para las bodegas alavesas.

En buena medida por ello, y dado que es un sector “muy susceptible” a los aranceles según Fernández de Romarategui, el del vino ha sido uno de los grandes beneficiados del reciente pacto comercial. Así lo reconoce también Javier Ruiz de Galarreta, presidente y CEO de Araex Grands Spanish Fine Wines, un importante grupo productor, elaborador y eminentemente exportador del que forman parte nueve bodegas familiares de Rioja Alavesa. “Este comercio sin aranceles es vital para poder mantener nuestra competitividad”, remarca el profesional en este sentido.

Los inconvenientes que las firmas exportadoras se van a encontrar en el plazo más inmediato van a ser principalmente “formales”, circunscritos a los ámbitos administrativo o logístico. “Hay que suscribir documentos que antes no existían y las entregas no van a ser tan inmediatas. Y eso va a demorar la salida del vino de las bodegas”, apunta Ruiz de Galarreta, para cuyo grupo el Reino Unido es el quinto mercado internacional.

El hecho de que tras el brexit el Reino Unido haya pasado a ser un país tercero provoca que las operaciones requieran siempre de un despacho aduanero, lo que unido a la decisión del Gobierno británico de ofrecer la posibilidad de diferir este trámite hasta los seis meses en un número importante de bienes va a incrementar la “complejidad logística” de atender a la clientela de la islas.

“Las empresas necesitarán unas semanas para hacerse con la nueva operativa”, certifica Fernández de Romarategui, quien sin embargo cree que la dificultad administrativa que se deriva de la nueva relación comercial es “un obstáculo absolutamente salvable” al que las empresas, pasados estos primeros momentos de ajuste, “se adaptarán con relativa facilidad”. La representante de la Cámara de Álava considera también “previsible” que los periodos de tránsito de las mercancías se incrementen hasta que las aduanas se coordinen en ambos sentidos.

También habrá que tener en cuenta más a medio plazo, según remarca Fernández de Romarategui, el efecto “sin duda de más calado” que el escenario del brexit tendrá sobre la propia economía británica. De hecho, los acontecimientos del último año, mediatizado por la pandemia, han dejado según la representante de la Cámara “absolutamente obsoletas” todas las predicciones sobre la afectación que la salida del Reino Unido de la UE tendrá sobre las islas y sus empresas, ante lo que el tejido exportador alavés deberá estar alerta.

Una reflexión en la que coincide Unai Asla, director financiero de Lantek, firma alavesa dedicada a la transformación digital de las empresas del sector de la chapa metálica y de la industria metalúrgica y volcada, igualmente, en las exportaciones. Nada menos que el 88% de su facturación es al exterior y, además, cuenta desde el año 2000 con una oficina propia en el Reino Unido, a donde exporta desde varios años antes. La presencia de Lantek en las islas supone más del 5,4% de la facturación consolidada de la empresa.

“Toda situación de inestabilidad retrae la inversión. Nuestros clientes son empresas industriales de tamaño desigual que pudieran sufrir una contracción de mercado y eventual falta de liquidez. Veremos qué planteamientos de largo plazo despliegan tanto el Gobierno como el Banco de Inglaterra para sostener el sector metalúrgico y, por ende, la cadena de transformación de la chapa donde está el grueso de los clientes de Lantek”, avanza este profesional.

Para Asla, el pacto comercial UE-Reino Unido “sin duda” ha sido un alivio, porque según recuerda “siempre es mejor un mal acuerdo que un buen litigio” y “una escalada comercial no beneficiaría a ninguna de las partes”. Con todo, el director financiero avanza que en la empresa seguirán “atentos” a los futuros desarrollos normativos del Reino Unido, que “eventualmente, pudieran suponer barreras de entrada distintas al coste arancelario” que afectasen también a las empresas del territorio.

No obstante, más a corto plazo, Asla no ve problemas a la evolución del negocio de Lantek desde un vista de vista operativo. “Seguiremos funcionando con regularidad y sin cambios normativos de impacto”, vaticina.

Alivio con incertidumbre. El acuerdo comercial alcanzado in extremis por la UE y el Reino Unido ha supuesto un alivio para el tejido empresarial alavés, que tiene en el mercado británico el tercer destino mundial de sus exportaciones. Sin embargo, como sucede en todo proceso de cambio, éste no va estar libre de dudas e incertidumbre, teniendo en cuenta además tanto su enorme magnitud como el impacto económico derivado de la crisis del covid-19.

Sectores más afectados. El sector del automóvil lidera, de largo, las exportaciones alavesas al Reino Unido, seguido por el de las bebidas -fundamentalmente vino-. El fuerte incremento de las ventas al exterior ha permitido a este sector arrebatar el segundo puesto del ranking al del caucho y sus manufacturas, que tiene en el territorio a Michelin como líder absoluto.

El presidente y CEO del grupo Araex considera sin embargo “vital” la eliminación de los aranceles que ha traído el reciente acuerdo comercial.

La responsable del área de Internacionalización de la Cámara de Álava vaticina que, tras estos compases iniciales de ajuste tras el brexit, las compañías “se adaptarán con relativa facilidad”.

Aunque Lantek seguirá funcionando “sin cambios normativos de impacto”, su director financiero remarca que “toda situación de inestabilidad retrae la inversión”.

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Millones de euros alcanzaron las exportaciones de vehículos de Álava al Reino Unido durante los diez primeros meses de 2010, aún habiendo sufrido una merma de más del 50% respecto al mismo periodo del año anterior.

Sólo en 2018, que marcó un récord histórico, las exportaciones de Álava al Reino Unido alcanzaron los 579,7 millones de euros

Los inconvenientes que las empresas se van a encontrar en el corto plazo son principalmente “formales”, administrativos y logísticos