- Tras varias semanas de vacaciones en el que el mejor regalo de Olentzero y Reyes ha sido, sin duda, la nieve en lo alto de las montañas, los escolares de toda Aiaraldea retornaron el jueves a las aulas, en su mayoría, ya que algunos centros como la ikastola Aresketa de Amurrio retornar a los colegios en la jornada de hoy lunes. La palabra normalidad es la que mejor define lo acaecido en las dos primeras jornadas de clases, dentro del marco de una pandemia que ha traído consigo la aplicación de estrictas medidas de seguridad en todos y cada uno de los centros educativos, en forma de entradas y salidas escalonadas para evitar aglomeraciones, o filas ordenadas y guardando distancias para la toma de temperatura, por citar alguna.

Y es que, aunque la incertidumbre persiste en la cabeza de aitas y amas -dado el incremento que están experimentando las cifras de contagios en los últimos días- la experiencia vivida en el primer trimestre del curso hace encarar esta segunda etapa con algo más de optimismo. “Ya había ganas de que volvieran a clase, tanto por su parte como por la nuestra. Otro confinamiento no lo queremos nadie, fue muy difícil ayudarles con las clases online; y en el colegio están seguros, porque las medidas se cumplen”, reconocía Txutxi, madre de dos menores que cursan sus estudios en el Fabián Legorburu del barrio de Areta y en el Instituto de Laudio, respectivamente, donde el vuelta al cole se ha desarrollado con “absoluta normalidad”, subrayó a este diario.

De hecho, el alcalde de Llodio, Ander Añibarro, ratificó el hecho de no haber recibido “ninguna incidencia” ni por covid-19 en aulas ni por problemas de transporte escolar, a causa de la nieve; y la misma respuesta ofrecieron a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sus homónimos de Artziniega, Joseba Vivanco, y Amurrio, Txerra Molinuevo. No en vano, pandemia aparte, la comarca de Aiaraldea a penas ha visto cuajar la nieve en sus centros urbanos, aunque esta sí ha teñido de un manto blanco sus montes. De lo que no se ha librado es del frío, aunque la ausencia de precipitaciones tampoco ha hecho que la bajada de temperaturas traiga consigo el temido hielo. “¡Y menos mal!”, exclama María Jesús Mendia, madre de una estudiante del Instituto Zaraobe de Amurrio, pero residente en Aguiñiga, uno de los pueblos de Ayala ubicado en la faldas de Sierra Salvada. “Volvieron el jueves a clase y todo normal. Si hubiera sido el martes que aún teníamos nieve en el pueblo, la cosa hubiera sido distinta. A ver cómo va esta semana tras las nevadas”, augura la madre, confiada en que no haya ningún sobresalto en el normal desarrollo del curso.

La pandemia ha obligado a los centros a evitar aglomeraciones en las entradas o salidas y a tomar la temperatura al alumnado

“No hemos recibido ninguna notificación por posibles incidencias de covid-19 en las aulas”

Alcalde de Llodio