ace doce meses se materializó en Vitoria un proyecto soñado durante años por mujeres. Sorginenea abrió sus puertas en el palacio Etxanobe para difundir las reivindicaciones feministas por toda la ciudad y su llamada congregó a más de 500 asistentes en una ilusionante fiesta de inauguración, cuyas imágenes quedaron grabadas para la posteridad. Un hito histórico que ayer se recordó gracias a las instantáneas de una exposición fotográfica y al visionado de un breve vídeo que rememora aquel 21 de septiembre de 2019. El aforo fue menor en este primer aniversario de la casa de las mujeres por culpa de la pandemia del coronavirus, pero no la ilusión. Asistieron 140 mujeres al acto celebrado bajo techo en la sala Jimmy Jazz de Gasteiz para evitar la anunciada lluvia. En la cara de todas ellas se pudo comprobar que Sorginenea sigue siendo un proyecto deseado por muchas mujeres y trans de Vitoria, que ya han levantado los cimientos de una casa para todas y que todas sienten suya.

Y, a pesar de la difícil situación de pandemia sanitaria que toca vivir, la casa de las mujeres afronta el otoño con más ilusión, si cabe, y con la idea de materializar nuevas iniciativas. Así, en los próximos meses va a abrir una sala con cinco ordenadores conectados a Internet para frenar las necesidades digitales de muchas mujeres que carecen en sus casas de equipos y conexiones adecuadas. Una "buena inversión", reconocen, ya que durante el confinamiento se han dado cuenta de que la brecha digital que separa a las mujeres, ya sea por edad o nivel económico, es un impedimento real para que estén en contacto. Además, Emakumeen etxea va a poner en marcha durante los próximos meses un mintzalaguna feminista para que las participantes practiquen euskera y dos comisiones: una de economía feminista y otra de interculturalidad. También tienen en mente organizar un proceso participativo sobre violencia machista para abordar las necesidades de quienes la padecen y ver qué respuesta se puede dar a esta lacra social.

El balance de este primer año de funcionamiento no puede ser más satisfactorio para el colectivo. Pese a que el covid-19 ha trastocado sus planes, ellas le han dado la vuelta a la tortilla y durante el tiempo que ha durado el confinamiento, los talleres y charlas se han llevado a cabo a través de plataformas online. Como hitos de este primer año de andadura, en Sorginenea subrayan, en primer lugar, la propia apertura de la casa de las mujeres. En segundo lugar, la puesta en marcha de la biblioteca feminista inaugurada el 11 de diciembre del pasado año, que funciona "maravillosamente" gracias al trabajo de 25 voluntarias. "Aún queda sitio en las estanterías, pero la verdad es que disponemos de una muy buena colección de novelas, biografías, cómics, películas...", apuntan. Y en tercer lugar, el encuentro de mujeres alrededor de una taza de té que tuvo lugar el 1 de marzo, justo unos días antes del confinamiento. Un encuentro de 80 mujeres diversas, reunidas en pequeños grupos para poner en común sus necesidades, deseos e inquietudes. Una iniciativa derivada de aquel 2015 en el que surgió en Vitoria el movimiento Gora Gasteiz de lucha contra la xenofobia.

En definitiva, durante este primer año han sido varias las ocasiones que han tenido para encontrarse, conocerse y reconocerse construyendo puentes entre mujeres, bolleras y trans llenas de complicidad. Y así continuarán su andadura: trabajando para poner en marcha procesos de empoderamiento feministas y participativos. "Todavía nos quedan muchos pasos por dar", asienten. Mientras tanto, disfrutan de su casa con la actuación del coro Voces gospel de Nigeria, con quien ya contaron el pasado año en el acto de inauguración de Sorginenea, y con el concierto de Mice. Sorginenea, tu casa feminista en Gasteiz, se define como un proyecto dirigido por y para mujeres. Se trata de un lugar seguro para que las mujeres, lesbianas y trans "podamos encontrarnos, reconocernos y confluir en acciones para ejercer el poder de transformar nuestra realidad". Así, la casa es un espacio abierto a todas las mujeres, para construir una interculturalidad crítica feminista a partir del intercambio de saberes, el reconocimiento de la riqueza de la diversidad, desde sus diferentes perspectivas. "Queremos hacer de Sorginenea un espacio para conocernos, compartir, debatir, reflexionar y llegar a consensos, desde la escucha y el respeto a las diferencias que nos permitan crear y desarrollar acciones para la transformación de la sociedad a través de nuestro empoderamiento personal y colectivo", reza su presentación.

Objetivo. Hacer de Sorginenea un espacio de empoderamiento de las mujeres para transformar la sociedad, de manera participativa y desde la sostenibilidad de la vida.

Líneas de trabajo. Visibilizar Sorginenea como un espacio referente y seguro para las mujeres. Fomentar la participación activa de las mujeres e impulsar nuevos liderazgos. Promover el debate y la reflexión crítica colectiva. E impulsar la investigación acción participativa y la educación popular feminista como una vía de transformación de la sociedad.