n numeroso grupo de vecinos de Elvillar acudieron y participaron en un iniciativa llevada a cabo por el Ayuntamiento de esa localidad para evocar y mostrar a los más jóvenes cómo se trabajaba antaño en los campos con caballería y con aperos que se remontan a la época de los romanos.

Gracias a Alfred Ferris, un especialista en trabajar la tierra con mulas o caballos bretones, se organizó esa jornada en el paraje de El Cubillo, con la idea de contar a todos una actividad que se está recobrando, especialmente en estos momentos en los que los cultivos ecológicos reciben todas las bendiciones y muchas subvenciones por parte de las administraciones. No en vano, la Comisión Europea está insistiendo en la vía ecológica para el desarrollo de la agricultura del futuro. Ferris lleva muchos años trabajando con sus animales con técnicas ancestrales y respetuosas con la tierra. Hasta no hace mucho, los machos como se llamaba a las mulas hace tiempo, cuando eran habituales en las tareas agrícolas, no se veían por los campos de Rioja Alavesa y fue un bodeguero, David Sampedro, de Bodegas Bilhar, de Elvillar, quien contactó con Ferris para tratar de que sus caballos bretones, que tienen un cierto aire con los caballos autóctonos vascos, arase sus viñedos. Sampedro suele contar la anécdota de un viñedo que estaba para arrancar, pero al que entre él y Ferris se empeñaron en trabajarlo ecológicamente, como se hacía antes, y hoy luce como uno de los más sanos y abundante en fruta de todo el término municipal.

De esa manera, el bodeguero logró que Ferris mantuviera dos caballos en Elvillar, en la bodega, y ya es conocido en la denominación de origen por ese tratamiento que da a la tierra donde están sus viñedos. De hecho, los caballos bretones ya se han comenzado a ver en otras parcelas de la comarca, donde cada día son más los que apuestan por una labor ecológica hasta para labrar la tierra y mimarla aún más.

Para la gente de Elvillar era importante ver cómo se trabaja con los caballos. Especialmente para buscar la implicación d ellos más jóvenes que son quienes se incorporarán a la actividad agraria como relevo generacional. Por eso el domingo fueron muchos y de todas las edades, los que acudieron a la exhibición y, también, a probar la forma de trabajar: mayores y jóvenes, chocas y chicos, todos tuvieron la ocasión de pasar el arado y otros aperos para poder valorar por ellos mismos sus dificultades y beneficios.

Junto a esta actividad desarrollada a lo largo de la jornada de ayer, el Consistorio de la localidad ha programado otra para hoy lunes. Aprovechando que habrá luna llena, se ha convocado a la gente de Elvillar -pueblo de brujas- a dar un buen paseo bajo la mirada de Selene, la diosa lunar. Va a ser un paseo con sorpresas a lo largo del itinerario en el que se pasará por sitios muy singulares por los que muchos vecinos no han estado y que tienen una atracción especial, según la convocatoria. Está previsto que la marcha se inicie a las diez de la noche desde la plaza y se recuerda a los participantes que lleven luz frontal, ya que se recorrerán unos 7 kilómetros durante un recorrido estimado, que durará un par de horas por los alrededores.

La climatología se presenta además con un aliado en una jornada en la que no se esperan los calores sofocantes de la recta final de la semana pasada y hará más llevadero el paseo por las inmediaciones.

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Fueron los protagonistas de la jornada de ayer. Los asistentes pudieron comprobar a pie de viñedo las complicaciones de llevar a cabo las tareas de labranza como antiguamente, centradas sobre todo en el arado de la tierra más próxima a las cepas y otras tareas.

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El programa de ayer tiene su continuidad en la jornada de hoy con una marcha nocturna organizada por

el Ayuntamiento de Elvillar, que comenzará a las 22.00 horas.