iel al compromiso de realizar balance anual de cada vendimia, el Consejo Regulador de la Denominación Calificada Rioja acaba de publicarlo, junto al pronunciamiento de que ese vino forma parte ya de la historia con la calificación de Excelente, algo que no ocurría desde 2011. Y del análisis de cifras de ventas y exportaciones, la conclusión a la que llega el consejo, y que así lo expresa en la presentación Fernando Salamero, su presidente, es que “en 2019 los mercados no nos lo han puesto fácil. Aún así, a pesar de las complicaciones, nuestros viticultores y bodegas han demostrado su gran profesionalidad sacando adelante la que muchos denominan ya la cosecha de Rioja. La memoria realiza un balance que el presidente del Consejo Regulador, Fernando Salamero, ya adelantaba en febrero como “periodo de transición”, pues “este cambio de década es un momento clave para seguir trabajando duro y lo haremos caminando juntos. Estaremos listos para hacer frente a las inflexiones que puedan aparecer en los mercados con el fin de afrontar con éxito los eventuales impactos que pudieran producirse”, advierte

Salamero compartió en la presentación de la memoria la reflexión de que nadie contaba en sus previsiones para 2020 con la crisis sanitaria mundial provocada por el coronavirus. En este sentido, “aunque resulta prematuro evaluar su impacto sobre la DOC Rioja, la coyuntura nos ha obligado a replantearnos el futuro, trabajo que está siendo abordado en el Plan Estratégico 2020-2030 que estamos elaborando en colaboración con KPMG y que tiene como objeto restablecer el equilibrio oferta y demanda y asentar las bases del futuro de nuestra denominación donde enoturismo y formación seguirán siendo pilares estratégicos de esta nueva hoja de ruta”.

Para el presidente del consejo, la vendimia de 2019 “nos ha permitido alimentar el optimismo del consejo regulador: con 385 millones de kilos de uva recogida, la cosecha resultó más moderada de lo habitual, pero se caracterizó por un excelente estado sanitario y calidad de la uva”. Y para seguir alimentando esa calidad invitó a seguir “trabajando como lo hemos hecho hasta ahora: fuertes y unidos. Con la convicción de que nuestra rica y diversa región, con sus distintas zonas y municipios, hacen de nuestros vinos un producto único y, por ello, afamado y respetado en el mundo entero”.

De acuerdo con los datos oficiales que ofrece la memoria, en Rioja Alavesa hay inscritas 13.092,15 hectáreas de viñedos de uvas tintas (12.188,76) y blancas (903,38) que produjeron un total de 73.506.684 kilos de uvas, (66.990.308 kilos de tintas y 6.516.376 de blancas), aunque solo quedaron amparadas 73.423.038 kilos, un total de 20.698 se destinaron al stock cualitativo y hubo un exceso de 62.948 kilos, con un rendimiento medio por hectárea de 5.615 kilos (la más baja de las tres zonas: La Rioja fue de 5.888 y Navarra 6.223). Respecto a la superficie de viñedo por localidades, Laguardia encabeza el listado con 3.575,49 hectáreas de las que 3.336,32 estaban dedicadas a uvas tintas y 239,16 a uvas blancas. Le siguen Oion, con 1.304,55 hectáreas; Labastida, con 1.150,23; Lantziego, con 1.117,70; y Elciego, con 1.070,41. El resto tiene menos de 1.000 hectáreas por localidad y en el extremo opuesto está Kripan, con 189,08 hectáreas de las que 179,39 son de uva tinta y 9,69 de blanca.

En cuanto a variedades, entre las tintas sobresale la tempranillo tinta, con 11.852,26 hectáreas dedicadas a ella, seguida de graciano, con 168,04 hectáreas; garnacha, con 101,30; mazuelo, 97,88; maturana tinta, 23,18, y 29,77 de otras variedades. Respecto a las variedades blancas, 814,67 has eran de viura; 32,07 has estaba dedicadas a tempranillo blanco; 22,36 a malvasía; 16,63 a sauvignon blanc y el resto son superficies casi testimoniales de verdejo, turruntés, chadornay, garnacha blanca y otras. Respecto a los viticultores registrados en el órgano regulador, durante el año 2018, figuraban 2.482 personas, de las que 469 eran socios de cooperativas y el resto, 2.013, profesionales independientes.

En cuanto a volúmenes de vino amparado en la comarca, ascendió a 65.211.423 litros. De ellos, 57.853.171 fueron de vino tinto, 5.006.979 de vino blanco y 2.351.273 de vino rosado. Por sectores de elaboración, y sobre el total, 51.411.074 litros fueron elaborados por criadores, 4.823.247 por cosecheros, 7.108.455 por cooperativas y 1.868.647 por almacenistas. Por otra parte, aunque no se recoge la distribución por zonas, sino tan solo los datos generales, las nuevas indicaciones de vino (espumosos, viñedos singulares,) tuvieron la siguiente distribución en el global de la Denominación: vinos de zona (37,2 millones de kilos de uva, con los que se elaboraron 26,36 millones de litros de vino, lo que supuso el 9,7% sobre el total de vinos amparados en el año). Para los vinos de municipio fueron 7,91 millones de kilos de uvas, que dejaron una elaboración de 5,61 millones de litros, el 2% del total.

Los viñedos singulares contaron con 0,65 millones de kilos de uvas y una elaboración de 0,42 millones de litros, el 0,15 % del total de vino amparado. Y los vinos espumosos contaron con 0,18 millones de kilos de uvas, una elaboración de 0,11 millones de litros y un porcentaje sobre el total de 0,04%.

El número total de bodegas de Rioja Alavesa inscritas en la Denominación de Origen Calificada era, en 2018, de 340, y en 2019 de 361 que representan casi la mitad de las bodegas totales del Rioja que son 815 (781 el año anterior). Por tipo de titular, los criadores eran 176 (142 en 2019), seguidos por los cosecheros con 134 (148 el año anterior), 42 almacenistas (1 menos) y 9 cooperativas (7 el año anterior).

Respecto a la comercialización, en la memoria no se reflejan los datos por zonas, pero si los generales. Las ventas de Rioja en el exterior, comparadas con el conjunto del Estado, representaron en 2019 un 31,5% del volumen total exportado por el conjunto de las Denominaciones de Origen, que fue un 6,7% inferior al del año anterior (un -2,2% en el caso de Rioja). Respecto al valor de los vinos exportados, Rioja representa un 40,8% del valor total las exportaciones de vinos con DO, que disminuyó en un 4,4% respecto a 2018, mientras el de Rioja aumentó en un 0,8%. El precio medio de los vinos de Rioja exportados fue un 50% superior a la media del resto de vinos con DO (4,81 euros por litro frente a 3,20), una diferencia que resulta aún más abultada respecto al conjunto de las exportaciones de vinos españoles, cuyo precio medio es de 1,12 euros por litro.

En el mercado interior, prosigue la memoria, al que Rioja destina un 63% del total de sus ventas, éstas decrecieron en 2019 un 3,18%, algo por encima de lo que se estima para el total de la categoría de vinos con Denominación de Origen, lo cual se traduciría en una leve pérdida de participación de mercado, que sigue sin cuestionar el absoluto liderazgo de Rioja. Un liderazgo que se concreta en torno a un tercio de las ventas totales de vinos con DO, cuota de mercado que en el caso de los tintos criados alcanza el 60% y que llega incluso a rebasar la barrera del 80% si consideramos exclusivamente la hostelería, principal canal de venta de este tipo de vinos, lo que significa que ocho de cada diez botellas de tintos criados vendidas en este canal son de procedencia Rioja.