as aulas de Gasteiz permanecen cerradas a cal y canto desde hace casi dos meses debido a la alerta sanitaria, pero eso no significa que el curso académico haya finalizado ya ni que el alumnado se encuentre de brazos cruzados en sus casas. Sin embargo, no siempre resulta sencillo llegar a él a través de las plataformas digitales tan en boga estos días, por distintas razones, especialmente cuando se trata de estudiantes de Primaria: Porque hay centros que todavía no se encuentran preparados para dar respuesta a sus necesidades en la coyuntura actual, porque numerosas familias no disponen de equipos informáticos en casa o de acceso a la Red, por otras circunstancias que dificultan un correcto seguimiento a los escolares...

Fue el germen de SKoLAR, una herramienta de apoyo para esos jóvenes con más dificultades de acompañamiento educativo, impulsada en su origen por el equipo de educadores de calle de la zona de El Pilar, por jóvenes exintegrantes de este programa municipal y también por profesionales de la educación, todos ellos vinculados al proyecto socioeducativo y de participación joven 12Nubes. La red, que comenzó a tejerse poco después del inicio del estado de alarma, ha ido sumando nuevas fuerzas con el paso de las semanasy a día de hoy está integrada por decenas de alumnos de Primaria y docentes de centros escolares de la zona, así como por otros estudiantes de niveles superiores que cumplen un doble papel de alumnos y profesores. SKoLAR ofrece todos los días en varias franjas horarias apoyo y seguimiento virtual en materias como lengua e idiomas, ciencias sociales, ciencias y tecnología, artes, educación física... Quien lo desee, puede unirse a ellas a través del link https://12nubes.page.link/skolar, la puerta de entrada a una plataforma de Google Classroom que integra Hangouts Meet y Sites a través de la que también se puede acceder a otros contenidos de entretenimiento, música para estudiar o vídeos del día.

Además de acompañar y complementar la tarea de la escuela y de la familia en la adaptación a esta nueva realidad, SKoLAR ayuda también en la alfabetización digital del alumnado y en la creación de comunidad, porque el proyecto se ha puesto al servicio de todas las escuelas del barrio, para su utilización por parte del alumnado y el profesorado. "El confinamiento nos afecta a todo el mundo, pero dependiendo de la edad o de la situación de cada persona esto podía ser una situación todavía más complicada. En un principio nos inquietaban el tema de las rutinas, de los horarios que se estaban perdiendo... Porque hay centros que sí tienen clases por videollamada, pero otros han mandado a sus alumnos paquetes de deberes y no hacen un acompañamiento. Así es como empezamos", expone Itziar Aduna, educadora de calle en El Pilar, un programa que gestiona Irse Araba y forma parte del equipo de servicios sociales de base del barrio.

El CEIP Luis Elejalde ha sido, según expone Carlos Cordovilla, también educador de calle en El Pilar, el que "ha cogido el toro por los cuernos" y se ha implicado más activamente en SKoLAR a todos los niveles. Por el gran número de alumnos que están utilizando la plataforma durante estas últimas semanas para seguir sus rutinas y porque también son varios los profesores de este centro que se han prestado a dar sus clases online, de las que al mismo tiempo se benefician alumnos de otros centros educativos del entorno.

Saionara Barrena, directora de Luis Elejalde, no dudó en recoger el guante lanzado hace unas semanas por Itziar y Carlos, que después de poner en marcha el proyecto y tejer una primera red de una quincena de profesores y gente joven en formación invitó a Luis Elejalde y varios colegios públicos más de la zona a sumarse al proyecto. "Esto nos ha pillado a todos por sorpresa, pero Carlos e Itziar nos abrieron el camino. Hay que llegar al alumnado estos días", apunta Barrena, al mando de un centro caracterizado por su interculturalidad, que suma más de 400 alumnos de educación Infantil y Primaria.

Jorge Giménez y Cristina Alonso, profesores de educación física en Luis Elejalde, son dos de los docentes que se han sumado a la dinámica de SKoLAR. Han convertido un espacio de sus casas en gimnasio improvisado y, a través de las pantallas, guían varios días a la semana a alumnos de entre primero y sexto de Primaria en la realización de ejercicio. Este pasado jueves por la mañana impartieron dos clases simultáneas -la de Cristina para niños de primero a cuarto, la de Jorge de quinto y sexto-, y casi 60 chavales en total se sumaron a las sesiones. "Al principio tenía un poquito de miedo, pero es una de las experiencias más bonitas que he tenido en Educación desde que empecé hace seis años. Es una herramienta de interacción perfecta para el momento en el que vivimos, casi más importante incluso que el deporte", apunta Giménez. No en vano, como complemento al acondicionamiento físico que promueve en sus clases, el profesor y el alumnado también interactúa antes de cada sesión. "Lo están recibiendo bastante bien. Los veo contentos, trabajando y muy agradecidos", remarca el docente.

Mientras tanto, su compañera Alonso comenzó dando clases a su propio alumnado de Luis Elejalde de segundo de Primaria y abrió después las sesiones a niños de entre primero y cuarto y también de otros centros. "Se trata de movernos, de hacer un poco de ejercicio... Me tiré un poco de cabeza y sin tener ni idea, pero está resultando una experiencia muy buena. Primero les enviábamos una propuesta semanal por escrito, pero no les veíamos, no teníamos un feedback. Ahora la comunicación es directa, porque les ves, y la experiencia es mucho mejor", explica la profesora.

Antonio Pululu encarna una de las últimas piezas en incorporarse al gran puzle que representa SKoLAR. Este joven, que se encarga de la edición de vídeo y ha realizado también las ilustraciones que aparecen en la plataforma, tiene también tiempo para dar clases de arte y de dibujo a chavales "de diversas edades", tanto pequeños como adolescentes. Según subraya Pululu, el aprendizaje está siendo recíproco estos días. "Al principio fue un reto, porque nunca había hecho algo así. Me he tenido que ir preparando para hacerlo de la mejor manera posible y también está siendo un aprendizaje para mí. Es algo que también me ilusiona, porque veo que están contentos con lo que hago", celebra.

Junto a Giménez, Alonso o Pululu, se han implicado en SKoLAR otros docentes como Juan Arrosagaray, que desempeña su labor profesional en la Escuela de artes y oficios de Gasteiz e imparte una clase de dibujo abierta también a su alumnado los jueves. Además, el escritor Jesús Manuel Septien, autor del libro que se convirtió en el origen de 12Nubes, Nubes de tiza, imparte un curso de Narrativas.

Otra pata importante de SKoLAR es Gari González, miembro de 12Nubes y que se ha encargado de desarrollar su tecnología. Herramientas que permiten "reunir todos los materiales y recursos" y, sobre todo, "llegar a todos los alumnos", que de una forma activa y participativa pueden tomar parte en las clases y las sesiones de apoyo que necesiten y también plantear dudas cuando estén realizando sus deberes. "Al principio, veíamos dos factores de dificultad. El acceso a Internet y la falta de seguimiento educativo, porque hay familias que no saben o no pueden, porque están trabajando. Hemos ido resolviéndonos y nos estamos reinventando como educadores de calle", sintetiza, por su parte, Cordovilla.

¿Qué es? Una herramienta diseñada a partir de Google Classroom, al servicio de la colectividad y en continua construcción, en la que participan jóvenes y adultos que comparten enseñanzas y aprendizajes.

¿Quiénes lo integran? La red está formada por el equipo de educadores de calle de El Pilar, jóvenes que han participado en este programa municipal y profesionales de la educación, todos ellos vinculados al proyecto de participación joven 12Nubes. A ella se han ido sumado poco a poco nuevos integrantes que apoyan y acompañan a decenas de alumnos de los centros de la zona en la realización de sus deberes o con clases virtuales.

¿Cómo surge? Después de una semana sin colegio debido a la alerta sanitaria, se constató que había un buen número de niños y jóvenes que no disponían de un seguimiento o un acompañamiento en la realización de sus tareas escolares, por la falta de adaptación de sus centros a las plataformas tecnológicas, por la existencia de familias sin acceso a la Red o equipos informáticos y otras dificultades asociadas.

Objetivos. Acompañar y complementar la tarea de la escuela y de la familia, favoreciendo el compromiso y el contacto social mediante una herramienta digital. También, incidir en la alfabetización digital y crear comunidad al contar con la propia escuela. La plataforma se encuentra a disposición de los colegios de la zona para que su alumnado pueda utilizarla y se ha invitado a todo el profesorado de los centros a formar parte de la red.

Educadora de calle de El Pilar.

Profesor de Luis Elejalde.

Ilustrador y profesor de dibujo.