- Miles de profesores y alumnos han cambiado las aulas por sus casas de un día para otro. El teletrabajo se ha convertido en la herramienta de los docentes para seguir al pie del cañón. El cierre de los centros escolares desde el 10 de marzo junto con el confinamiento decretado hace cuatro semanas por el Gobierno para frenar el coronavirus ha dejado a profesores y alumnos de Álava conectados online para que la enseñanza siga en la cuarentena.

Una histórica decisión que está exigiendo un gran esfuerzo tanto a los profesores, que tienen que adaptar contenidos y metodologías al encierro y a la comunicación a distancia, como a los alumnos y sus familias, que tienen que responder a las demandas escolares utilizando las nuevas tecnologías. Sin olvidar que hay familias que teletrabajan y tienen dificultades para compaginar su jornada laboral y el cuidado de los hijos. DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha hablado con varios profesores del colegio Niño Jesús, un centro escolar que ha celebrado en enero una fecha muy especial, su 150º aniversario.

Cristina Laza imparte clases en el primer ciclo de educación infantil del colegio Niño Jesús. A diario trabaja con niños de uno y dos años. Desde el 16 de marzo no acude al centro escolar, cuando se decretó el cierre de los centros escolares de Álava. "El teletrabajo ha supuesto aprender a trabajar a distancia con las compañeras, teniéndonos que organizar y echándole mucha imaginación y cariño para poder mantenernos cerca de nuestros peques", explica esta andereño.

La tecnología se ha convertido en una aliada. "Está siendo más sencillo de lo que pensábamos. No estamos teniendo problemas con las plataformas digitales", apunta Cristina.

Cuando comenzó el confinamiento, esta profesora intentó marcarse horarios fijos, pero "después el día a día con los peques en casa te hace tener que organizarte el trabajo en función del tiempo que tienes disponible, aunque siempre se saca el trabajo adelante". Para abordar la educación a distancia en el ciclo infantil, los profesores de Niño Jesús han creado una web que les permite subir contenidos adaptados a los alumnos como cuentos, canciones, actividades para realizar en familia... "Los más txikis probablemente son los más vulnerables a este confinamiento puesto que no pueden razonar ni entender por qué sus rutinas se han visto interrumpidas de repente", dice Cristina.

Olatz Pinedo imparte 3º de educación Infantil en Niño Jesús con alumnos de cinco y seis años. Desde el 16 de marzo trabaja a distancia, se ha llevado material escolar a casa para tener todo lo necesario, y ha tenido la posibilidad de usar los ordenadores del colegio en casa. En cuanto a la rutina que sigue, esta andereño explica que es muy complicado marcarse un horario. "Creo que trabajo mucho más que cuando estoy en el colegio, las familias agradecen mucho el trabajo que estamos realizando y por ello te vuelcas el doble".

En el caso de 3º de educación Infantil, Olatz y sus compañeras han logrado sacar adelante páginas web por niveles para que los padres puedan acceder a recursos para entretener y trabajar con sus hijos. "Intentamos mantener una comunicación diaria con las familias. Hemos puesto también en marcha algún canal de YouTube para que los niños puedan vernos desde casa dando nosotras alguna clase, leyendo un cuento, etc... Todo para intentar que sigan en contacto con el colegio", explica.

En opinión de esta profesora de Niño Jesús, el confinamiento va a aportar a las familias algunos aspectos positivos. "Creo que se va a lograr una unidad familiar que en algunos casos podía estar carente de tiempo. Y en el caso de los niños de infantil es una ocasión perfecta para que desarrollen la imaginación y la creatividad, son muchas horas en casa".

Los profesores de ESO de Niño Jesús tienen alumnos de entre 6 y 12 años. Desde el 16 de marzo estos docentes de educación primaria no acuden al aula. Los cuatro días que fueron al centro escolar antes de que se decretara el confinamiento los dedicaron a coordinarse por etapas. Además, el centro les ha facilitado una formación sobre diferentes herramientas, aplicaciones y recursos para preparar las clases online.

"Hemos tenido que reorganizar nuestras ideas adaptándolas a la nueva situación, a una situación en la que nunca antes nos habíamos encontrado. Para ello, hemos tenido que traer a casa todos los materiales necesarios. Y ha supuesto estar mucho más pendientes de las nuevas tecnologías. Los profesores organizamos reuniones y videollamadas para coordinarnos entre nosotros", explican desde Educación Primaria de Niño Jesús.

Los más alumnos pequeños tienen menos autonomía y dependen más de la familia para trabajar, por lo que los docentes permanecen en una comunicación constante con alumnos y familias. "En el caso de los más pequeños, estamos más bien en contacto con las familias. Lo hacemos a través de Inika, es decir, la plataforma de gestión educativa del centro. Sin embargo, con los más mayores tenemos una comunicación más directa mediante los comentarios o los chats incorporados en los blogs".

Con respecto a las aulas de TGD (Aulas Estables para necesidades educativas especiales) están trabajando a través de la plataforma del centro (Inika) y desde el blog que han creado. "Nuestro trabajo es más de contacto, miradas, sentimientos€ pero intentamos todos, profesorado de pedagogía terapéutica y especialistas de apoyo educativo, mantener el contacto con nuestras familias".

Miriam Sagasti imparte Secundaria en Niño Jesús a alumnos de 14, 15 y 16 años. "Desde el 9 de marzo, cuando se anunció la suspensión de las clases, hicimos reuniones de planificación y sesiones de formación interna entre los profesores que más avanzados estaban y los docentes menos tecnológicos", explica Miriam.

Esta andereño señala que desde el principio hay que reorganizarse en casa. "Aquí no hay horario si no los impones tú. Creo que el confinamiento nos ha servido a todos para ver nuestra capacidad para adaptarnos a situaciones nuevas e impensables hace tan sólo tres semanas". Miriam se levanta a la hora habitual y en horario de trabajo está permanentemente en contacto con compañeros y alumnos. Mantiene una comunicación constante, podría decir que casi no hay horarios, con sus alumnos, "en cuanto llega una duda intentamos contestarles cuanto antes". "Mantengo videoconferencia con mis alumnos de matemáticas y me mensajeo con los de otras asignaturas", explica esta andereño.

"La tecnología está funcionando muy bien. No he tenido ningún problema. En el colegio tenemos un equipo TIC que está permanentemente en contacto con todos para resolver dudas y ayudarnos", apunta Miriam.