- La declaración del estado de alarma, el pasado 14 de marzo, ha propiciado la adopción de una batería de medidas en todos los ámbitos con el objetivo de frenar la propagación del covid-19 y dar tiempo a los investigadores a lograr una vacuna cuanto antes. En estos 12 días se han desplegado una serie de acciones entre las que se ha popularizado el ERTE. Se trata de un expediente de regulación temporal de empleo amparado por la causa mayor que supone la propagación de la pandemia. Afecta ya a millones de trabajadores en el Estado que van a pasar al desempleo cobrando un sueldo correspondiente al 70% de su base reguladora de los últimos seis meses.

Las cantidades brutas oscilan entre los 1.098,09 euros y los 1.411,83 en función del número de hijos a su cargo. En muchas empresas se ha abierto una negociación con los trabajadores en busca de complementar con un pequeño porcentaje esa cantidad base, aunque la legislación contempla como obligatorio que se pueda incrementar con esa aportación de la empresa. Además, las que tengan menos de 50 trabajadores, que se han acogido a esta medida, no deberán pagar la Seguridad Social durante el estado de alarma, mientras que todos aquellos que superen ese número de empleados deberán de ingresar el 75%.

En esta lucha por los derechos laborales y las condiciones sanitarias de los trabajadores se encuentran los sindicatos que, en momentos como el actual, ven incrementada y multiplicada su labor, siempre entendiendo que la situación es excepcional. Respecto a la figura jurídica del ERTE, el responsable de LAB en Álava, Gotzon Kortazar, pide la suspensión "de toda actividad que no sea de primera necesidad" y hace hincapié en la falta de lógica para que "empresas del metal o restaurantes continúen abiertos mientras se está haciendo una política de prevención sanitaria que obliga a las personas a estar confinadas en sus casas". El secretario general de UGT Euskadi, Raúl Arza, añade que la medida adoptada por el Gobierno estatal "es buena, ya que los trabajadores que la sufren no van a consumir desempleo y los que no tengan el tiempo cotizado podrán acceder a la prestación". Aun así, hace hincapié en lo que van a cobrar, un 70% de la base de cotización, y no se olvida tampoco de los "trabajadores temporales que como consecuencia del coronavirus se irán al paro".

Fran Osuna, responsable de CCOO, indica que es una medida a la que "se recurre en un momento dado para pasar una situación transitoria pero hay que tener en cuenta que no tiene que ser utilizada de forma masiva". En este sentido entienden los ERTE por causa de fuerza mayor, pero desaprueban los que han surgido sin antes haber intentado tomar las medidas sanitarias para comprobar si podían seguir trabajando o no. Al igual que CCOO recalca el tema de los trabajadores temporales pero añade cómo el propio Real Decreto "establece que se podrá hacer un ERTE siempre y cuando se salvaguarde el empleo los seis meses siguientes". Bego Vázquez, responsable de ELA en Álava afirma que en estos momentos "hay 1.592 expedientes de regulación temporal presentados en Álava que afectan a unas 18.712 personas" y en cuanto al ERTE, entre otras cosas, cree "que puede ser una medida útil para algunas empresas pero hay muchas con grandes beneficios que deberían aplicar otras medidas menos lesivas para los trabajadores".

Por otro lado, se encuentran todos los trabajadores que pese a la pandemia continúan trabajando y todos los sindicatos reclaman, de manera unánime, unas mayores medidas sanitarias para los trabajadores de supermercados, limpieza, hospitales o fuerzas de seguridad, entre otros. Aun así, son conscientes de que no tienen que generalizar, ya que muchos sectores sí lo están cumpliendo pero creen que todos aquellos que no puedan garantizar la salud de los trabajadores deberían de cerrar.

En los últimos días se ha colocado en el punto de mira la forma de proceder de El Corte Inglés, que el pasado domingo abrió las secciones de supermercado y parafarmacia en la comunidad. En este sentido, emitieron un comunicado conjunto en donde desaprobaban esa apertura en jornada dominical. "Se están aprovechando de una situación de angustia de la ciudadanía y creemos que no tiene mucha lógica que den este servicio el domingo cuando lo que se está intentando evitar es que haya colas o aglomeraciones", afirmaron desde LAB. UGT añade que "puede ser un precedente para poder abrir a futuro", mientras que desde CCOO mandan un mensaje para que toda la ciudadanía reflexione, ya que "si abren es debido a que la gente utiliza este tipo de servicios", remarca la nota del sindicato.