Vitoria - El CIC energiGUNE, centro de investigación vasco referente en almacenamiento de energía electroquímica y térmica, lidera el proyecto Higreew para diseñar baterías orgánicas de flujo redox que, acopladas a sistemas de energía renovable, contribuirán a mitigar el impacto del cambio climático, ya que favorecerán la utilización de sistemas de almacenamiento de energía más económicos, con mejores prestaciones técnicas y de mayor eficiencia.

El objetivo del centro es desarrollar un nuevo electrolito orgánico en base acuosa de bajo coste que se integrará en una batería de flujo con un sistema avanzado de control de planta. De esta manera, se podrá alcanzar un coste de 0,05?/kWh/ciclo en el año 2030, que es el desafío técnico y económico planteado por la Comisión Europea en su plan estratégico europeo de tecnología energética (SET Plan) para impulsar la transición hacia un sistema energético neutro para el clima.

El consorcio del proyecto está compuesto por nueve entidades referentes en materiales, sistemas de almacenamiento y energías renovables. La Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Bohemia (República Checa) colaboran con el centro vasco en el desarrollo de los materiales clave (membrana, electrolito y electrodo) para dotarlos de mejores prestaciones técnicas, alargar su vida útil y facilitar su reciclaje. Estos materiales serán integrados en una celda para hacer los primeros test de validación por parte de la ingeniería británica C-TECH, con experiencia en diseño de equipamiento electroquímico, y la checa Pinflow, especializada en baterías de flujo de vanadio.

En 2021 comenzará la integración de todos los desarrollos en el prototipo diseñado por la ingeniería británica Heights y Gamesa Electric, socio vasco líder en energías renovables. Finalmente, el sistema desarrollado será testeado y validado en la planta de Siemens Gamesa en La Plana (Valladolid), donde se realizarán análisis de seguridad, viabilidad técnico-económica y análisis de ciclo de vida.

El consorcio trabajará durante 40 meses para desarrollar unas baterías orgánicas de flujo que desde su concepción están diseñadas para facilitar su reciclaje, con una densidad de energía y potencia que superará la tecnología actual, además de mejorar la eficiencia, alargar su vida útil y reducir los costes. El proyecto busca demostrar que las baterías orgánicas de flujo pueden ser una alternativa sostenible a las de vanadio, material en la lista de materias primas críticas por la Comisión Europea.

Higreew cuenta con una financiación del Programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea de 3,78 millones de euros para su ejecución entre noviembre 2019 y febrero 2023. El proyecto finalizará con la organización de una conferencia por parte del CIC energiGUNE. Esta iniciativa es uno de los cinco proyectos en los que participa el centro vasco aprobados en la convocatoria 2019 del programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea. - DNA / Foto: Cedida