VITORIA - Los trabajos de adecuación de las paradas del tranvía a los nuevos convoyes de 44 metros de longitud no podrán ejecutarse en el apeadero ubicado junto al Parlamento Vasco. La ausencia del espacio libre necesario en la zona impide el crecimiento de diez metros que requieren las nuevas unidades, compuestas por siete vagones, para que puedan detenerse en esa parada con total seguridad para los usuarios. Este es el único contratiempo con el que se van a topar los operarios cuando arranquen a lo largo del próximo mes de febrero las obras. Será el único punto de los dos ramales del itinerario del metro ligero en el que no se va a poder ganar ese puñado de diez metros que precisan los crecidos convoyes.

Las peculiaridades de la parada del Parlamento, encajonada en una confluencia de calles de tráfico rodado de vehículos y tránsito peatonal, impide disponer de esos metros sin provocar una notable afección a la actividad diaria de Gasteiz. Por un lado, se encuentra el paso de peatones que sitúa a los paseantes al comienzo de La Senda. Del otro, la confluencia entre las calles General Álava y San Antonio por donde se juntan los autobuses de Tuvisa, tras atravesar la primera vía, y el del resto del tráfico rodado que viene por San Antonio y rodea la sede del legislativo autonómico y el parque de La Florida. La decisión de ampliar la parada hacia cualquiera de los lados tendría una incidencia directa sobre los peatones o el paso del tráfico por una y otra calle. Por eso, los técnicos municipales y los de EuskoTrenbide Sarea han optado por la decisión de no variar la configuración del apeadero.

dispositivo especial de puertas Una vez que estén circulando los convoyes de 44 metros, frente a los actuales 31 metros, la llegada a este punto va a suponer una alteración en la apertura de las puertas de entrada y salida. Ya se ha estipulado que las pequeñas puertas situadas junto a las cabezas tractoras, al inicio y final del convoy, se van a bloquear para no abrirse y hacer que todos los viajeros abandonen o accedan al metro ligero por las puertas centrales. Se trata de una operación automática que el propio chófer va a poder aplicar con un dispositivo desde su puesto de conducción y que únicamente se activará cuando los tranvías lleguen a esta parada.

En el resto de paradas ya se han diseñado los cambios que habrá que ejecutar sobre el terreno para aumentar en diez metros la longitud de los andenes. En las nuevas paradas que van a confirmar la ampliación del tranvía hasta Adurza y la Universidad, ya se contemplan las nuevas medidas que permitan circular a los convoyes de siete vagones y 44 metros.

paso para sillas de ruedas Los trabajos sobre los apeaderos van a ser integrales. Se aprovecha el estirón que van a sufrir los andenes para adecuar las paradas que permitan cumplir la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia del País Vasco, de 9 de febrero de 2018, que obliga a tener que dejar un paso libre de 1,80 metros por uno de los laterales de las marquesinas. Para ello es necesario modificar los bloques técnicos y adecuar el resto de la marquesina. Así se da cumplimiento a una de las exigencias que ha demandado el colectivo Eginaren Eginez.

Ejecución de 11,5 meses. Las obras para hacer crecer una decena de metros las paradas del metro ligero las acometerá la unión temporal de empresas compuesta por las firmas Zamakola, Moyale y Trameinsa por 2,1 millones de euros, IVA no incluido. De comenzar en febrero y ajustarse al plazo estipulado no estarían terminadas para cuando entre en funcionamiento la ampliación del tranvía a Adurza, en el trimestre final de este año. Habría que esperar a esa fecha para rodar los nuevos convoyes.